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ESPAÑA

Marea de indignados

Asfixiados por los recortes económicos que la llamada troika -compuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo y la Unión Europea (UE)- impone al gobierno español, decenas de miles de ciudadanos venidos de todas las regiones del país llegaron a la capital para protestar contra la política de austeridad. Las “marchas de la dignidad” se fusionaron en un manifiesto común que exige el no pago a la deuda y reclama pan, trabajo y techo para todos y todas.

REUTERS/Paul Hanna
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01:26

Escuche el informe del corresponsal de RFI en Madrid

Luis Méndez (España)

Unos llegaron en buses y otros a pie tras caminar varias semanas atravesando esa España golpeada por un desempleo que supera el 26%, los desahucios de decenas de miles de familias que no pueden pagar a los bancos sus hipotecas astronómicas, el desmantelamiento en salud, en educación y otras medidas draconianas de la actual política de austeridad. La marea humana que este sábado invadió a Madrid le gritó al gobierno conservador de Mariano Rajoy que España quiere recuperar la dignidad.

Las columnas de indignados ondearon banderas regionales y republicanas y dirigieron sus reclamos a los poderes políticos y los grandes empresarios que se afincan en la capital del país. Las seis marchas por la dignidad lanzaron consignas contra de los recortes "dictados por la troika" al Gobierno español pero también responsabilizaron a los socialistas de la acelerada pauperización.

Además de un desempleo galopante que supera el 26%, España cuenta con una cifra récord de hogares sin ningún tipo de ingreso: 686.600 contabilizados en el 2013. La reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy facilitó el despido y redujo las indemnizaciones a 20 días por doce mensualidades por despidos procedentes y a 33 días por improcedentes.

El drama de los desahucios también estuvo presente en la movilización de este sábado. Según cifras del Banco de España, más de 35.000 familias perdieron su vivienda entre enero y junio de 2013 ante la imposibilidad de pagar a las entidades bancarias el pago de hipotecas por sus viviendas adquiridas cuando el país hacía gala e una supuesta fortaleza económica.

En cuanto a los recortes en educación, el Gobierno aprobó una ley que eleva el número de alumnos por clase. De 27 a 30 en primaria y de 30 a 36 en secundaria. El presupuesto para este rubro se redujo en 6.300 millones de euros entre 2013 y 2010, mientras que el destinado a salud cayó en más de 7.000 millones de euros durante los últimos cuatro años lo que permite que se hable del desplome del sistema sanitario en España.

 

 

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