Beirut llora a sus muertos
Jornada de duelo nacional, tras el sangriento atentado que produjo la víspera 43 muertos y 239 heridos en un barrio del sur de la capital libanesa, bastión de la organización chiíta Hezbolá.
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El primer ministro libanés, Tamam Salam, decretó un día de luto nacional este
viernes. Las escuelas tanto públicas como privadas permanecen cerradas, al tiempo que las familias enlutadas comienzan a enterrar a sus muertos
El ataque, uno de los más feroces desde el fin de la guerra civil libanesa, fue reivindicado rápidamente por el grupo yihadista sunita Estado islámico (EI). Esta organización y el Hezbolá representan dos corrientes diametralmente opuestas del islam, que se confrontan en Siria en bandos contrarios: Hezbolá combate al lado de las fuerzas del presidente Bashar al Assad, mientras que el grupo EI lideriza la ofensiva yihadista antigubernamental.
Al final de la tarde de este jueves, dos hombres hicieron estallar uno tras otro sus cinturones explosivos en medio de la multitud que acudía a un centro comercial en Burj al Barajne. El ejército informa que encontró a un tercer terrorista muerto, que no tuvo tiempo de detonar su bomba.
Los socorristas y muchos civiles trasladaron a las víctimas a los hospitales más cercanos, extrayéndolas de una masa de coches y y tiendas destruídas. Entre los heridos, muchos se encuentran en un estado crítico.
El grupo Estado Islámico se autoatribuyó el atentado en un comunicado difundido en internet. En su versión de los hechos, habla de dos ataques y de un solo kamikaze: «Soldados del califato lograron detonar una moto-bomba estacionada en medio de un grupo de ‘rafidas’ (término peyorativo con el que designan a los chiítas) y cuando los apóstatas corrieron al lugar, uno de los caballeros del martirio detonó su cinturón explosivo en medio del grupo».
La reivindicación no pudo ser autentificada de inmediato, pero el estilo del texto corresponde a la orientación de la organización yihadista.
Reacciones internacionales
El presidente francés François Hollande calificó el atentado de «acto abyecto», al tiempo que expresaba su «espanto» e «indignación». En un comunicado el jefe del Estado indica: «Los franceses comparten el duelo nacional de los libaneses. Francia está más que nunca comprometida con la paz, la unidad y la estabilidad en el Líbano». En su cuenta Twitter, François Hollande escribió «Solidaridad con el pueblo libanés».
El primer ministro Manuel Vals se horrorizó en Twitter del «atentado islamista que acaba de golpear duramente a Beirut».
La Casa Blanca condenó los dos ataques « terroristas », mientras que el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó a los ciudadanos libaneses a «continuar trabajando para preservar la seguridad y la estabilidad del país».
Posición del líder de Hezbolá
Entre julio de 2013 y febrero de 2014, se han registrado nueve atentados contra el movimiento chiíta, reivindicados en su mayoría por grupos yihadistas, en represalia por la participación de Hezbolá en la guerra de Siria, al lado del ejército de Bashar al Assad.
Al punto de que hace menos de un mes el líder de Hezbolá en el Líbano, Hasan Nasralá, reiteró su compromiso en Siria, que en su opinión es «una batalla esencial y decisiva». Añadió que «sin la perseverancia en el terreno frente a Daesh y sus aliados, ¿qué sería hoy de la región en Irak, Siria y el Líbano ?».
Nasralá admitió que la batalla en Siria «puede ser larga», pero enfatizó que se trataba de un combate indispensable para «proteger» la región.
La presencia en Siria de las tropas del poderoso movimiento Hezbolá, aliado de al Assad, «es más importante que nunca cualitativa y cuantitativamente, así como en materia de equipos», según palabras del propio Nasralá.
La ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos reporta la muerte de 971 miembros del Hezbolá en Siria.
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