Atentado contra la cultura y la historia

Un grupo de yihadistas atacó el jueves al Museo de Mosul (Irak) y redujo a ruinas una centena de tesoros arqueológicos de la antigüedad. Para dar a conocer el ataque, fue precisamente el Estado Islámico (EI) quien se encargó de difundir un video en el que se ve a un grupo de milicianos con martillos en mano, tumbando y destruyendo piezas asirias y acadias.

Fotograma del vídeo del grupo Estado Islámico, en el que se destruyen las estatuas del museo de Mosul, en Irak. REUTERS/Social media Web site via Reuters TV

Combatientes de Daesh habrían sido los encargados de grabar el video, ya que el atentado constituye una forma de propaganda yihadista. Además, hay que tener en cuenta que Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak, es controlada por el EI desde el pasado mes de junio.

Un toro alado asirio, considerado como un esplendor arqueológico de la ciudad, que decoraba la puerta de Nínive también fue arruinado.

La UNESCO confirmó que el video, las obras y los lugares atacados son reales; por supuesto, también deploró los actos y convocó al Consejo de seguridad a una reunión de crisis. De hecho, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, hizo también un llamado a la Corte penal internacional de La Haya.

Una de las posibles razones por las que los yihadistas habrían perpetrado estos ataques es que las estatuas y esculturas son símbolos de religiones politeístas, que van en contra del Islam. Al parecer, ninguno de los objetos que conservaba el Museo de Mosul se habría salvado, por lo cual investigadores, historiadores de arte e historiadores han manifestado una enorme lástima, pues se ha arrasado con una colección de tesoros inestimables preislámicos del periodo asirio y helenístico anterior a la era cristiana.

Para algunos expertos, esta acción constituye no solo la desaparición de objetos históricos y culturales invaluables, sino también el deseo de ese grupo de sumar a la llamada limpieza étnica que vienen realizando, también una limpieza cultural.

Nabil al-Arabi, secretario general de la Liga árabe, calificó el episodio como una “agresión bárbara contra el patrimonio del pueblo iraquí” y como “uno de los crímenes más abominables cometidos en nuestros tiempos contra el patrimonio de la humanidad”.

La ministra de Cultura francesa Fleur Pellerin se pronunció sobre los acontecimientos y aseguró que “fueron la cultura y la memoria las que fueron asesinadas. Una barbarie insoportable”.

El Museo del Louvre emitió un comunicado en el que sostuvo: “Estas destrucciones representan un nuevo estado de violencia y horror: el de toda la memoria de la humanidad, que es el foco de una región cuna de la civilización, de la escritura y de la historia”. Y añadió que estos actos de barbarie, atacan también la razón de ser de los museos: lugares de dialogo, conocimiento y comprensión mutua.

"La barbarie toca a las personas, a la historia, a la memoria y a la cultura", declaró François Hollande, presidente de Francia. Además el mandatario, apuntó: “Lo que quieren los terroristas es destruir todo lo que es humano”