Kobane, la ciudad liberada intenta volver a la vida

Luego de cuatro meses de intensos combates, y cuando las cosas no parecían avanzar, los combatientes kurdos lograron liberar a la ciudad siria de Kobane del asedio del grupo Estado Islámico. Aunque los yihadistas están a pocos kilómetros de la ciudad liberada y en el terreno abundan las ruinas, se trata de una clara victoria en la lucha contra el Estado Islámico.

Un niño kurdo en medio de las ruinas de la ciudad siria de Kobane, liberada del grupo Estado Islámico por las fuerzas kurdas luego de cuatro meses de combate. Reuters

Puede que la batalla por Kobane quede registrada en los libros de historia. O puede que no, todo depende del devenir de la larga y sangrienta guerra civil en Siria y del avance de los yihadistas del grupo Estado Islámico por lo que ellos llaman su califato. Independiente de eso la hazaña de los combatientes kurdos es, sin lugar a dudas, todo un símbolo. Así lo ha interpretado la comunidad internacional que ha recibido como una victoria el que los kurdos lograran sacar a los combatientes del Estado Islámico de la ciudad, luego de cuatro meses de intensos combates.

Ya en noviembre del año pasado, Naciones Unidas llamaba a sus miembros a defender Kobane, cuando ésta estaba a punto de caer en manos de los yihadistas. Entonces se decidió apoyar a los combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), la principal milicia del principal partido kurdo de Siria, una decisión nada fácil y a la que se llegó pese a las reticencias de Turquía, debido al vínculo de dichas milicias con el PKK, uno de los principales adversarios de Ankara.

Desde las cámaras de televisión apostadas en la frontera turco-siria se podía apreciar a diario el avance del grupo Estado Islámico y con ello el peligro a que las fronteras terminaran sirviendo de muy poco.

Ahora la historia parece ser otra. Cuatro meses después los combatientes kurdos –asistidos por las fuerzas internacionales que operan en la zona- lograron sacar a los yihadistas de la ciudad. Una vez fuera, las imágenes con la que se han encontrado las tropas kurdas no puede ser más desoladora: edificios y casas en ruinas, autos y negocios destruidos, delegaciones municipales por el suelo. A pesar de ese panorama los habitantes de Kobane salieron a celebrar la liberación, los niños cantaban y los adultos saludaban a los combatientes kurdos, muchos de ellos mujeres.

Así lo han podido constatar los periodistas que han llegado hasta la zona. Uno de ellos es Jerôme Bastion, periodista de RFI, quien pudo recoger el testimonio de Wahida Rassoul, una madre de familia que le responde mientras se afana en su cocina: ‘La primera noche luego del fin de los combates fue de una alegría increíble, un sentimiento indescriptible. Teníamos la sensación de retomar el gusto por la vida, de volver, simplemente, a vivir’.

Los habitantes de Kobane tratan de volver a la normalidad, así lo explicaba el alcalde de la ciudad, Mahammed Seydi. ‘Como puede constatar la ciudad está completamente en ruinas, habrá que reconstruir. Nosotros somos éramos un pueblo pobre, pero ahora no tenemos nada. No tenemos otra solución que pedirle a la comunidad internacional que nos ayude a recomenzar nuestras vidas y reconstruir la ciudad’, dijo el edil a RFI. Esto mientras los aviones de combate de la coalición internacional siguen sobrevolando la zona y los miembros de las milicias kurdas tratan de expulsar al Estado Islámico desde las ciudades cercanas a Kobane.