La reseña de la prensa francesa del 3 de septiembre de 2015

La autopista A10, paralizada por los tractores, este 3 de septiembre de 2015. REUTERS/Jacky Naegelen

Muchas fotos de tractores en las primeras planas de los diarios parisinos este jueves. Largas filas de tractores en las carreteras y autopistas que conducen a París para anunciar que 1.500 tractores con sus respectivos propietarios eran esperados hoy en la capital. "Los campesinos van a gritar su cólera en París", titula Le Figaro y asegura que los agricultores están resueltos a paralizar la ciudad para hacer escuchar su voz y para explicar que los precios de venta de sus productos se han derrumbado mientras que sus gastos fijos han aumentado en forma exponencial. "Los campesinos ya no logran vivir de su trabajo y se sienten abandonados por el gobierno", comenta el periódico y dice también que además de subsidios, los agricultores vienen a pedirle al gobierno que simplifique los trámites burocráticos porque suelen pasar más tiempo llenando formularios administrativos que trabajando en el campo. "La acumulación de gestiones burocráticas es incomprensible y a menudo incoherente", sostiene Le Figaro. Y finalmente subraya que otra de las exigencias de los campesinos es que se flexibilice el embargo a Rusia que les está haciendo perder ingresos considerables.

Le Monde sigue dando mucho despliegue al tema de los migrantes. El vespertino se interesa por el impacto positivo de los migrantes para la economía. Según Le Monde, varios estudios muestran que si se ponen en marcha mecanismos de integración eficaces, los migrantes pueden ser un estímulo y no un lastre para el crecimiento de la economía, porque los migrantes menos calificados pueden hacer el trabajo que los locales rechazan y los más calificados pueden aportar sus competencias al país que los acoja. "Hasta ahora nadie ha podido demostrar que la inmigración hace aumentar el desempleo o que hace bajar el nivel de los salarios" afirma un economista de la OCDE citado por Le Monde. Por otra parte y como para relativizar la importancia del flujo de inmigrantes que está llegando a Europa, Le Monde publica un artículo sobre los refugiados sirios en el Líbano que son cerca de un millón doscientos mil según la ACNUR. Cifra que equivale a una cuarta parte de la población libanesa. Su situación se ha ido deteriorando a medida que pasan los meses. "Los sirios se están volviendo locos porque pensaban que podrían regresar pronto a su país y hoy en día no ven la luz al final del túnel, no ven que el fin del conflicto esté cercano", escribe Le Monde. El artículo termina con las palabras de un refugiado sirio que dice: "El pueblo sirio está de rodillas, humillado".

El papa Francisco también está en portada de Le Monde. "Firmeza y misericordia del papa sobre el aborto", dice el titular. Se refiere a esa carta que envió el papa a todos los sacerdotes incitándolos a perdonar el pecado del aborto a quien se arrepienta de haberlo provocado, que se trate de las mujeres que recurrieron a una interrupción voluntaria del embarazo o de los médicos que lo practicaron. El vespertino advierte que esta recomendación no significa que el papa Francisco quiera cambiar la doctrina de la iglesia que considera el aborto como un pecado gravísimo, tan grave que acarrea la excomunión automática de quienes lo cometen. "La carta del papa confirma que Francisco quiere promover un cambio en las prácticas de la iglesia católica y no en su doctrina. Lo que busca es que los curas tengan una mirada misericordiosa ante las situaciones concretas que llevan a muchas mujeres a abortar" escribe Le Monde y dice que el papa no está revolucionando los principios de la iglesia sino tratando de superar el abismo que la separa de la vida real de los católicos.