La reseña de la prensa francesa del 15 de octubre de 2013

Los treinta años de la llamada Marcha de los “Beurs”, las consecuencias de la victoria del FN en una elección cantonal parcial en Francia y la posibilidad de la bancarrota de Estados Unidos son temas que destaca la prensa francesa de hoy.

“Y si Estados Unidos entrara en quiebra…” es el alarmante titular de Le Monde que considera que si no se eleva el techo de la deuda antes del próximo jueves 17 de octubre, la economía mundial podría caer de nuevo en el caos. Desde hace dos semanas, la más potente democracia del mundo tiene al planeta sin aliento, apunta le Monde en su editorial de portada con un título sin ambigüedades: “El lamentable espectáculo de Washington”. Y todo, explica el editorialista, porque un grupo de políticos ultraconservadores ha decidido cortar el paso a una ley que instaura un seguro de enfermedad universal. Esta ley, que ha sido ya adoptada por las dos Cámaras del Congreso, es la gran obra del presidente Barack Obama. Pero los republicanos bloquean el voto de los presupuestos para 2014. Si el próximo jueves no se llega a un compromiso entre la Casa Blanca y la Cámara de Representantes sobre el presupuesto federal, Estados Unidos entrara en una zona de turbulencias y con ellos la economía mundial. El jueves, el Congreso debe autorizar la elevación del techo de la deuda para que pueda continuar funcionando, sin lo cual Washington entrara en suspensión de pagos. Y si no es la primera vez que se utiliza este chantaje, concluye Le Monde, el contexto es diferente. La economía americana está convaleciente, la zona euro no acaba de salir de la crisis y el crecimiento de los países emergentes marca el paso. Estrechamente ligados por la mundialización, gobiernos, mercados e instituciones financieras internacionales tienen la mirada fijada en Washington.

En Francia, las miradas están fijas en Brignoles después de la victoria del Frente Nacional en una elección cantonal parcial. Se siguen buscando responsabilidades. “La derecha se inquieta, la izquierda desamparada” es el titular de portada de Le Figaro, en la que apunta que después del fracaso del llamado “frente republicano” en la elección cantonal, el Partido Socialista ataca a los líderes de la derecha, mientras que la UMP acusa a la izquierda… Y sobre el terreno el Frente Nacional continúa su implantación. Para Paul-Henri du Limbert, quien firma el editorial de Le Figaro, si quieren combatir eficazmente contra el FN, los partidos tradicionales deben empezar por ponerse de acuerdo sobre las causas del éxito del partido lepenista. Lo que no es cosa fácil por que tanto izquierda como derecha se echan las culpas mutuamente. No está claro que los electores se apasionen por este vano debate que ofrece la clase política francesa desde hace un cuarto de siglo. ¿Qué es lo que los electores retienen de esta polémica?, se pregunta el editorialista. Pues que los dos grandes partidos de gobierno debaten tranquilamente sobre el sexo de los ángeles, mientras que el país se hunde inexorablemente. Esperan que se reduzca el desempleo, pero no sólo eso. Que bajen los impuestos, pero también un discurso firme del PS y la UMP en materia de inmigración, inseguridad y todos los males que causan la felicidad electoral de Marine Le Pen.

Precisamente Libération dedica su portada a los treinta años de una marcha contra el racismo y por la igualdad, que arrancó desde la localidad de Venissieux, en el sur de Francia. Marcha que Libération bautizo en aquel entonces como la marcha de los “beurs”, es decir de los hijos de emigrantes norteafricanos, instalados o nacidos en Francia. François Sergent nos recuerda en el editorial de Libération que la marcha de los “beurs” tuvo lugar un mes después del “gran” éxito del Frente Nacional en la ciudad de Dreux. Esos jóvenes de los suburbios denunciaban la discriminación y la violencia de la policía de las que eran víctimas habituales. Treinta años más tarde, constata Libération, la historia tartamudea en Brignoles y Francia no sabe todavía vivir con los hijos de la inmigración. En 1983, todo el país, y el diario Libération sobre todo, creyeron que la marcha de los “beurs” convertida en un río de cien mil manifestantes desembocando en París iba a cambiar la historia. Una generación más tarde, los suburbios siguen siendo enclaves de la exclusión, una dirección en los arrabales lastra cualquier curriculum. Y las relaciones de los jóvenes con la policía, concluye Libération, siguen siendo conflictivas.