Primer aniversario del ataque antisemita en París contra un supermercado kósher
El 9 de enero de 2015, 48 horas después del ataque contra Charlie Hebdo, ocurrió el atentado antisemita más cruento en Francia desde hace 30 años junto con el de la escuela judía de Toulouse en 2012: la toma de rehenes del supermercado kósher en la Porte de Vincennes (París) que se saldó con la muerte de cuatro judíos.
Primera modificación:
El 7 de enero de 2015, los hermanos Cherif y Said Kouachi mataron a 12 personas en la redacción Charlie Hebdo. Dos días después, Amédy Coulibaly, vinculado con ellos, asesinó a una agente de la policía e hizo una toma de rehenes en un supermercado kósher, en el que mató a cuatro judíos.
Esta semana, el presidente Hollande inauguró tres placas en memoria de las víctimas y una cuarta fue desvelada hoy, al cumplirse un año de ese violento secuestro. En esta última placa se rinde homenaje a una mujer policía de Martinica que Coulibaly mató antes de la toma del supermercado kósher.
“En memoria de Clarissa Jean-Philippe”, la policía “asesinada en este lugar el 8 de enero de 2015, víctima del terrorismo, cuando cumplía con su deber”, reza la placa que inauguró el mandatario francés.
Un coro de niños cantó la Marsellesa, el himno francés, y se observó un minuto de silencio durante una breve ceremonia sin discursos. Las conmemoraciones terminarán mañana domingo con una manifestación organizada en la plaza de la República.
Héroes del supermercado kósher
Siete clientes, entre ellos una madre con su bebé, lograron esconderse en la cámara frigorífica gracias a Lassana Bathily, un joven empleado de nacionalidad maliense.
Además, dos jóvenes murieron tratando de apoderarse del arma del terrorista para proteger a los rehenes: Yoav Hattab, un tunecino de 21 años que vino a realizar estudios a Francia, y Yohan Cohen, un año menor, la víctima más joven, empleado del supermercado desde hacía un año.
El rabino Aaron Cohen conocía a Yohan Cohen, joven al que describe como “íntegro, delicado y de una gran amabilidad”. En entrevista a RFI, este rabino confesó: “He sufrido muchísimo; siempre pienso en él, es una gran pérdida; son personas que murieron sin razón. Tengo una verdadera angustia y amargura. Para mí es muy difícil aceptar todo esto”.
La mayoría de los sobrevivientes siguen hoy traumatizados por el horror que vivieron. Tienen dificultades para trabajar, desplazarse en transporte público, salir de compras. El exgerente del supermercado kósher, quien resultó herido durante el ataque, abandonó Francia y se instaló con su familia en Israel.
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