Sube con una ametralladora falsa a un tren para probar las fallas de seguridad

Tres días después del ataque al Thalys Ámsterdam-París, un periodista belga tomó un tren similar al del ataque del viernes pasado con la réplica de una ametralladora saliendo de su mochila. Pese a multiplicar los gestos sospechosos y dirigirse a soldados encargados de la seguridad, el reportero no fue controlado.

Detalle del artículo del diario belga La dernière heure.

Setenta y dos horas después del presunto atentado contra el tren Thalys que viajaba de Ámsterdam a París, un periodista belga quiso poner a prueba la intensificación de las medidas de seguridad implementadas luego del caso que sigue conmocionando a Francia.

Para ello, el periodista del diario "La dernière heure" tomó un tren Thalys en Bruselas, en la misma estación en la que subió el presunto terrorista el marroquí Ayoub El hazzani. El reportero subió al tren Bruselas-Niza (sur de Francia) con una mochila donde cargaba una falsa ametralladora, cuyo cañón salía del bolso.

Pese a los múltiples intentos realizados por el conejillo de indias, a nadie le llamó la atención ni su cargamento ni su aspecto: llevaba una gorra y lentes de sol. El reportero dejó abandonado su mochila en un asiento y se fue a tomar un café; caminó frente a tres militares que no lo pararon; preguntó una dirección a un soldado. Incluso, al ver que nadie se percataba de que podía ser un eventual terrorista, se puso la capucha de su abrigo, pero nada.

El hombre, que hizo todo lo posible para parecer una amenaza, efectuó el viaje sin inconvenientes, lo que siembre dudas sobre la eficacia de las medidas anunciadas en Francia sobre un control policial más intenso, que incluye un número telefónico para señalar presuntos peligros terroristas.

Tal vez la demostración de este periodista figure en la reunión que mantendrán este sábado en París los ministros del Interior y de Transportes de los países con los que Francia tiene conexiones ferroviarias.

El ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, aseguró que los responsables tratarán "propuestas muy concretas" para completar los dispositivos de vigilancia de la lucha antiterrorista.

Uno de los asuntos que se examinarán es si "se pueden aplicar controles simultáneos y coordinados con los países de la UE para activar las famosas fichas S", que registran a individuos señalados por los servicios de inteligencia e "identificar mejor a quienes viajan en transporte público" y en los aeropuertos, sostuvo.