Se agudiza el conflicto entre Marine Le Pen y su padre
La presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, anunció el jueves la apertura de un expediente disciplinario contra su padre y su intención de excluirlo de las próximas elecciones regionales. Enfurecido, Jean Marie Le Pen, presidente honorario de la formación de extrema derecha, acusó este viernes a su hija de estar “dinamitando su propia formación” y de someterse al “sistema”.
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El otoño del patriarca de la extrema derecha francesa ha tomado la forma de una guerra abierta televisa y tuiteada entre Jean Marie Le Pen y su hija y heredera política, Marine.
En lo que supone una escalada en el enfrentamiento entre el fundador del Frente Nacional (FN) y la actual presidenta de la formación, la dirigente anunció el jueves por la tarde "la apertura de un expediente disciplinario" contra su padre, quien en los últimos días volvió a sostener que las cámaras de gas de fueron “un detalle de la Segunda Guerra Mundial” -por lo cual ya había sido condenado por la justicia- y defendió en el semanario de ultraderecha Rivarol al Mariscal Pétain, artífice del colaboracionismo francés de Vichy con el nazismo.
Marine Le Pen expresó además su oposición a que el presidente honorario del FN sea el candidato del partido en las elecciones regionales de Provenza-Alpes-Costa Azul (sudeste), tal como su padre pretendía.
Pero el patriarca rechaza con todas sus fuerzas a esta jubilación forzada de la política y contraatacó este viernes, afirmando que pelearía ante las instancias del partido y mantendría su candidatura.
“La defenderé ante el buró político, sin ilusiones, porque sé que el ‘BP’ fue nombrado por Marine Le Pen”, subrayó. Y si quedaban dudad del ánimo con que asistirá a la reunión, dijo que iría a “defenderse, evidentemente, y probablemente a atacar”.
Pero Jean Marie Le Pen fue más allá, y acusó a su hija de "dinamitar el partido" y “someterse al sistema” bajo la influencia del número 2 del partido, Florian Philippot.
Porque al margen de la rencilla familiar, el pelea en la cúpula del FN pone de relieve la puja entre dos grandes corrientes dentro del partido. Por un lado, la vertiente original, tradicionalista, antisemita y antisistema, encarnada por el padre, y por otro la que empuja Marine Le Pen, que pretende acceder al poder con una imagen modernizada, que privilegia en sus ataques la denuncia de la globalización y el islam.
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