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Francia

Un pueblo de pie para defender la libertad de expresión

Al menos 3,7 millones de franceses salieron este domingo a las calles de todo el país para rechazar la intimidación del terrorismo, tras la matanza de la redacción de Charlie Hebdo y el supermercado judío. Encabezada por el presidente francés, unos 50 dirigentes de todo el mundo dijeron, con tristeza y determinación, “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie).

REUTERS/Yves Herman
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“Yo soy Charlie”, “Yo soy judío”, “Yo soy policía”, entonando por 3, 7 millones de franceses marchando por las calles de París o las ciudades de provincia. Fue la mayor manifestación registrada en la historia de Francia, según el ministerio del Interior.

El desfile fue encabezado por François Hollande. Por un día, su impopularidad quedó de lado y el pueblo francés y sus líderes expusieron ante el país y el mundo una unión republicana que trascendía las divisiones políticas. El mensaje trascendió la esfera nacional francesa, con la presencia unos 50 líderes de Europa y el resto del mundo.

Codo a codo, Hollande se mostró unido con la canciller alemana Angela Merkel y el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu caminaba a pocos metros del palestino Mahmud Abas, pese a que estos hombres no se hablan desde hace más de cuatro años. Entre los europeos, mostraron su solidaridad el británico David Cameron, el español Mariano Rajoy o el italiano Matteo Renzi.

Hollande también abrazó uno por uno a los dirigentes extranjeros, a los familiares de las víctimas y tomó en sus brazos a algunos miembros de la redacción del semanario satírico, que llevaban en la cabeza una cinta blanca con el lema "Charlie" escrito en negro, en uno de los momentos de mayor emoción de la jornada.

La muchedumbre aplaudía sin reservas a los dirigentes que se abrían paso por entre los manifestantes. Hecho llamativo, las fuerzas del orden, que también tuvieron bajas en los atentados, también fueron objeto de ovaciones espontáneas de la gente, que llegó a festejar la presencia de francotiradores en las azoteas parisinas.

Esta unión en la pluralidad se veía también a través de diversas banderas. Junto al pabellón francés ondeaban los de Israel, Palestina, Ucrania, Turquía, Marruecos, España, Líbano o el Tíbet. La bandera kurda también flotaba en la marcha, a la que asistían hombres y mujeres de todas las edades.

Entretanto, otras capitales del mundo se hacían eco de la solidaridad con Francia. Decenas de miles de personas se manifestaron en numerosas ciudades de Europa como Madrid, Bruselas o Berlín, y algunos centenares ante las embajadas de Francia en Buenos Aires y Caracas.

 

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