Los tres yihadistas no detenidos, un fiasco para el gobierno francés

A pesar del fortalecimiento de las medidas de seguridad por temor a represalias en razón de los bombardeos franceses contra el Estado Islámico en Irak, las autoridades dejaron libres a tres yihadistas que llegaron al aeropuerto de Marsella procedentes de Turquía. Los tres yihadistas se entregaron este 23 de septiembre a las autoridades. 

El aeropuerto de Marsella. Rueters/Jean-Paul Pelissier

Mientras que el ministerio del Interior informaba ayer que tres yihadistas cercanos a movimientos islamistas radicales habían sido detenidos en el aeropuerto Orly de París, éstos se dirigían a otro terminal aéreo: el de Marsella, al sur del país. Después de mostrar sus pasaportes, pasaron tranquilamente los controles y quedaron libres.

Este miércoles, un día después de su regreso a Francia, los tres hombres se entregaron a las autoridades, luego de expresar su "sorpresa" de no haber sido detenidos una vez pisaron el suelo francés. Uno de ellos comentó que no entendía por qué los medios informaban que estaban en Turquía siendo que ya estaban en Francia. 

Los tres hombres están ligados a Mohamed Merah, autor de varios asesinatos, entre ellos el de tres niños judíos en una escuela de Toulouse en 2012. Abdelouahab El Baghdadi, de 29 años, es cuñado de Merah. Imad Djebali, de 27 años, un amigo de infancia de Merah, fue condenado en 2008 a cuatro años de prisión por sus vínculos con una red de reclutamiento de yihadistas. Y el tercero, Gael Maurize, convertido al Islam radical, fichado también por los servicios anti-terroristas.

¿Cómo pudieron aterrizar en Francia estos tres hombres, registrados en las bases de la policía, sin que hubieran sido sometidos a ningún control después de presentar sus documentos? ¿Por qué el ministerio del Interior informó que habían sido detenidos? Estas preguntas son muy embarazosas para el gobierno.

El fiasco es el resultado al parecer de una mezcla de decisiones imprevistas, soluciones de última hora y falta de comunicación. Los yihadistas debían embarcar en un avión en Turquía con destino a París pero el comandante no los dejó subir porque no tenían los papeles en regla.

Las autoridades turcas decidieron entonces cambiar de avión y mandarlos a Marsella pero no avisaron a las autoridades francesas. El gobierno francés criticó este 24 de septiembre a Turquía por haber cambiado a último momento el vuelo. Se cree que los tres regresaban de Siria vía Turquía.

En el aeropuerto de Marsella no pudieron ser identificados, a pesar de que existía un aviso de que debían ser arrestados, por una falla del sistema electrónico de control de pasaportes. El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, aseguró este miércoles que la “iniciativa de las autoridades turcas de cambiar (a los yihadistas) de avión fue desafortunada”.

“’Este embrollo demuestra que hay que reforzar las relaciones, los métodos y las acciones con las autoridades turcas”, dijo el ministro francés. Sin embargo, Le Drian envió un mensaje tranquilizador diciendo que cotidianamente se detenía a individuos sospechosos de estar en las redes yihadistas.