El impopular gobierno francés enfrenta un voto de confianza
El primer ministro francés Manuel Valls debe someterse este martes a un voto de confianza de los diputados. En medio de fuertes críticas por sus malos resultados económicos y una política social-liberal criticada dentro de la mayoría, el gobierno intentará reforzar su legitimidad.
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Este martes a las 15 horas de París, el primer ministro francés Manuel Valls debe pronunciar un discurso de política general seguido por un voto de confianza de los diputados, lo que debería obtener pese a las disidencias internas del Partido Socialista en el poder.
Sin embargo, políticamente es un momento crítico para el gobierno. Nunca en la historia de la V República francesa un primer ministro había vuelto a pedir un voto de confianza a los diputados apenas cinco meses después de su primera declaración de política general.
La popularidad del presidente François Hollande está por los suelos (62% de los franceses desean su renuncia, según un sondeo), y el giro social-liberal defendido por el primer ministro Manuel Valls ha fracturado al partido socialista, por lo que la principal incógnita es cómo votarán los diputados del oficialismo.
Por su parte, Valls hizo presión sobre los recalcitrantes de su campo, afirmando que "lo que está en juego es la capacidad de gobernar de la izquierda".
La bancada socialista en la Asamblea Nacional tiene 289 diputados (del total de 577), es decir exactamente la mayoría absoluta. Valls tendrá seguramente el respaldo de los radicales de izquierda, que tienen 17 diputados, y posiblemente de algunos centristas.
Si la mayoría de los diputados negara la confianza al gobierno, Valls tendría que dimitir, y Hollande tendría en tal caso dos opciones: nombrar otro primer ministro o decidir la disolución de la Asamblea.
Por lo pronto, los analistas estiman que Valls conseguirá la mayoría.
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