El gobierno Valls II: furor de la izquierda y defensores en la derecha
La izquierda considera una ‘provocación’ el nombramiento del exbanquero Emmanuel Macron en el ministerio de Economía mientras que la derecha juzga una ‘provocación’ el nombramiento de Najat Ballaud-Belkacem en el de Educación. Esos ministros encarnan los extremos del nuevo gobierno francés.
Primera modificación:
Una línea más liberal en economía y progresista en temas sociales: ésta es la impresión general que ofrece este 27 de agosto el nuevo gobierno anunciado la víspera por el primer ministro Manuel Valls. Tanto la derecha como la izquierda tienen este miércoles motivos para congratularse pero también para exasperarse con el gobierno Valls II.
El golpe simbólico más fuerte es, sin duda alguna, la designación de Emmanuel Macron como nuevo ministro de Economía. Después de haber pronunciado a comienzos de 2012, en plena campaña electoral, un discurso en el que se declaró “enemigo de las finanzas”, Hollande confirma su giro social-demócrata encargándole Bercy a ese exbanquero.
El joven político de 36 años de edad, que no es miembro del gobernante Partido Socialista (PS), trabajó para el banco Rotschild y es partidario de la línea política más liberal del presidente. Macron es un talentoso producto de la elite francesa: egresado de la prestigiosa ENA (Escuela Nacional de Administración) e inspector de finanzas.
Los sectores empresariales han expresado su beneplácito por el nombramiento de Macron porque “conoce la empresa, la economía de mercado y la mundialización”, según dijo Pierre Gattaz, presidente del Medef, organización que representa al gremio empresarial.
En cambio su nombramiento ha enfurecido a la izquierda. Entre otros, a un grupo de parlamentarios socialistas que rechazan la política gubernamental y son conocidos como “los contestatarios”. Uno de los portavoces de este grupo comentó que el nombramiento de Macron es una “provocación inútil”.
NVB, una líder socialista en Educación
La izquierda puede congratularse sin embargo por un nombramiento altamente simbólico: Najat Vallaud-Belkacem, quien era ministra de la Juventud y de Deportes, se convierte en la nueva ministra de Educación, sustituyendo así a Benoît Hamon, otro representante del ala izquierda del PS que había apoyado las críticas de Montebourg.
Por primera vez en la historia de Francia, una mujer ocupa ese importante ministerio. La política de escasos 36 años de edad ha sido una de las más ardientes defensoras de la ley que autorizó el matrimonio gay en Francia, una reforma que suscitó una extensa ola de protestas encabezado por un movimiento denominado “La Manif pour tous” (La Manifestación para todos”).
Voceros de ese movimiento afirmaron que el nombramiento de Vallaud-Belkacem en el ministerio de Educación es una “provocación”. El opositor partido conservador UMP pidió claridad a la nueva ministra sobre sus posiciones acerca de la teoría de género que preconiza la igualdad entre hombres y mujeres, en particular sobre su enseñanza en la escuela.
El primer ministro Valls se ha mostrado audaz en el nombramiento de algunos ministros, sin importarle las vivas protestas tanto en la izquierda como en la derecha. Éste será, de hecho, uno de sus principales problemas: el gobierno socialista quizá no cuente a corto plazo con los apoyos políticos necesarios para sacar adelante las reformas.
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