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Francia

El descontento y la cólera, claves de las municipales francesas

Francia celebra este 30 de marzo la segunda vuelta de las elecciones municipales, una semana después de la paliza en las urnas que recibió el gobierno de Hollande. El poder socialista teme que la sanción pueda amplificarse. Abstención y avance espectacular de la extrema derecha marcaron la primera vuelta.

Primera vuelta de las elecciones municipales en Marsella, 23 de marzo de 2014.
Primera vuelta de las elecciones municipales en Marsella, 23 de marzo de 2014. REUTERS/Jean-Paul Pelissier
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Todo apunta a una nueva derrota de los socialistas en la segunda vuelta de las elecciones municipales el domingo 30 de marzo. La pregunta es la magnitud de la sanción. La debacle para los socialistas en la primera ronda, el domingo pasado, estuvo marcada por la apatía del electorado hacia la política, lo cual se reflejó en una abstención histórica para este tipo de elección: 38,72% contra 33,47% en 2008, el récord anterior.

El otro elemento sobresaliente fue el avance espectacular a nivel local del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN). El movimiento ultraderechista liderado a nivel nacional por Marine Le Pen encabezó el escrutinio en 21 comunas y estará presente el domingo en 315 contiendas (contra 119 en 1995, año de su mejor desempeño). El FN tiene la victoria asegurada en varias localidades, entre otras, Beziers, Fréjus, Saint-Gilles y Cogolin. El candidato de la extrema derecha fue electo directamente el domingo pasado en el bastión simbólico de Hénin-Beaumont.

Según varios analistas, el FN ya se ha convertido en la “tercera fuerza política” de Francia, en un franco reto al bipartidismo derecha-izquierda. Prueba de ello es el segundo puesto de los candidatos de la extrema derecha en Marsella, segunda ciudad de Francia, así como el primer puesto en Aviñón, donde tiene lugar desde hace más de medio siglo uno de los festivales de teatro más famosos del mundo.

Electores 'hasta las narices' con la política 

Louis Aliot, el vicepresidente del FN que encabezó el escrutinio en Perpignan (suroeste), señaló que su partido espera hallar entre los abstencionistas muchos de los votos que faltan. No es en absoluto seguro de que este sueño del líder frontista se convierta en realidad. Lo que sí es innegable es que una buena parte de los electores mostraron que están hasta las narices con la política.

Durante toda la semana, dirigentes socialistas aseguraron que habían escuchado el mensaje de “descontento”, incluso de “cólera”, de una parte importante del electorado. Un dirigente de la oposición de derecha afirmó que el gobierno estaba “preso del pánico” y “no sabe para dónde va”.

En este contexto, es muy probable que el presidente Hollande se vea obligado a efectuar un cambio de gabinete así como acelerar algunos proyectos. Entre otros, un programa de estabilización con 50.000 millones de euros en ahorros en gasto público así como el “pacto de responsabilidad”, una iniciativa destinada a aliviar el costo del empleo a cambio de nuevas contrataciones por parte de las empresas.

 

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