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Francia

El primer día del presidente François Hollande

El nuevo jefe de Estado francés asumió sus funciones respetando la tradicional y solemne ceremonia de traspaso de poder, antes de iniciar una primera jornada de trabajo altamente simbólica que culminará con una cena con la canciller alemana Angela Merkel. Entretanto, rendirá homenaje a Jules Ferry, padre de la escuela laica francesa, y a Marie Curie, premio Nobel de física y química.

François Hollande llega al Palacio del Elíseo, el 15 de mayo de 2012.
François Hollande llega al Palacio del Elíseo, el 15 de mayo de 2012. ©Reuters.
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François Hollande (Rouen, 1954) se convirtió este martes 15 de mayo en el 24° presidente de la República francesa, el séptimo de la Quinta República.

Tal como estaba previsto, Hollande llegó al Palacio del Elíseo a las 10.00 en un automóvil Citroen, la marca francesa por él escogida para los próximos cinco años. Tras recorrer la alfombra roja desplegada en el patio de honor de la residencia presidencial, el líder socialista fue recibido por el mandatario saliente, Nicolas Sarkozy, quien lo esperaba bajo las escaleras para estrechar su mano.

El riguroso protocolo siguió con los dos hombres retirándose al interior del palacio, donde Hollande saludó a François Fillon, quien ejerció como primer ministro de Sarkozy durante cinco años.

Una vez en el despacho, Sarkozy y Hollande mantuvieron un tête-à-tête donde el jefe de Estado saliente comunicó al nuevo presidente secretos de Estado, entre ellos, los que tienen que ver con el armamento nuclear francés.

Al término del encuentro, Sarkozy y su esposa Carla Bruni Sarkozy abandonaron el Elíseo, lo que marcó el inicio de la ceremonia de investidura, transmitida por radio y televisión.

"A partir de este día, usted encarna Francia, usted simboliza a la República y usted representa al conjunto de los franceses", le comunicó a Hollande el presidente del Consejo Constitucional, Jean Louis Debré.

Tras recibir el collar que lo convierte “gran maître” de la Legión de Honor, el flamante presidente pronunció un discurso (ver aparte) en el que prometió unidad, un cambio de estilo presidencial, reducir la deuda pública pero estimulando la economía y saludó a su predecesores.

Después de saludar a los invitados junto a su compañera, la periodista Valérie Trierweiler, Hollande recorrió en descapotable, y bajo la lluvia parisina, los Campos Elíseos, haciendo un alto para rendir homenaje a la tumba del soldado desconocido.

Siempre en el registro de lo simbólico, Hollande decidió en su primer día como presidente honrar a dos figuras de la historia francesa para ilustrar las prioridades de su mandato, educación e integración: Jules Ferry, padre de la escuela laica francesa, y Marie Curie, nacida en Polonia y que llegó a premio Nobel de física y química.

La cita posterior: la alcaldía de París, donde estaba previsto un encuentro con el socialista Bertrand Delanoe, quien podría convertirse en ministro del gobierno de Hollande.

Por lo pronto, se espera el nombramiento del primer ministro, y según allegados al nuevo mandatario se trataría de Jean-Marc Ayrault, líder de la bancada legislativa socialista.

Para marcar la especial relación entre Francia y Alemania, Hollande culminará su primer día como presidente en Berlín, donde cenará con la canciller alemana Angela Merkel.

En el menú, el desacuerdo sobre el pacto fiscal europeo. Mientras Merkel, quien apoyó a Sarkozy durante la campaña presidencial, aboga por la vía de la austeridad, Hollande pretende reabrir las negociaciones sobre el tratado para incluir medidas que impulsen el crecimiento.
 

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