Sarkozy vincula inmigración y delincuencia en un duro discurso
El presidente francés amenaza a los franceses de origen extranjero con retirarles la nacionalidad si atentan contra la vida de cualquier funcionario público. Un supuesto que ya existe en la legislación francesa. “Sufrimos las consecuencias de 50 años de inmigración insuficientemente regulada”, ha espetado en un discurso en Grenoble.
Primera modificación:
“Sufrimos las consecuencias de 50 años de inmigración insuficientemente regulada (…), ¡Y estamos tan orgullosos de nuestro sistema de integración! Despertémonos para darnos cuenta de lo que está produciendo…”. Estas palabras de un discurso destinado a hablar de la delincuencia en Francia no han sido pronunciadas por el líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen en ningún mitin del Frente Nacional, son sólo un fragmento de la intervención que ha realizado Nicolas Sarkozy este viernes en un acto en Grenoble, la ciudad que ha sufrido varios altercados en la última semana tras la muerte de un joven gitano por un disparo policial.
El presidente francés ha dado unas cuantas vueltas de tuerca más al discurso que mantiene en materia de inmigración en los últimos días, al responsabilizar directamente a “una inmigración escasamente regulada” con gran parte de la inseguridad en Francia.
Y no se ha limitado a realizar un discurso durísimo contra la inmigración, que ha sido definido por La Liga de los Derechos del Hombre como una vuelta a los eslóganes xenófobos “de los años 30”, sino que ha anunciado que pretende retirar la nacionalidad francesa a toda persona de origen extranjero “que haya atentado voluntariamente contra la vida de un policía, un gendarme o cualquier representante público”, anunció flanqueado por su ministro de Justicia, Michele Alliot, y el de Interior, Brice Hortefeux.
El portavoz de La Liga, Michel Tubiana, condenó sus palabras y le acusa de "hacer un discurso sobre la delincuencia centrado en retirar la nacionalidad y en la inmigración, después de haber tenido una reunión sobre los gitanos, es asimilar los extranjeros (...) a quienes le quitan el pan a los franceses".
La medida ya está contemplada
Sin embargo, el anuncio de Nicolas Sarkozy puede ser un brindis al sol, ya que el supuesto de retirada de la nacionalidad ya está contemplado en la legislación francesa, al amparo del artículo 25 del Código Civil francés, en su cláusula primera.
¿Entonces, qué busca Sarkozy con este discurso? Muchos observadores sospechan que el presidente pretende movilizar al electorado de derecha ahora que las encuestas le arrojan una popularidad bajo mínimos y el escándalo del caso L’Oreal salpica a su Gobierno. Así, en los últimos días ha ordenado desmantelar los poblados ilegales de gitanos en el país galo, anunciando que expulsará a aquellos que sean de origen rumano o búlgaro y hayan cometido algún delito.
Sarkozy ha vuelto a enarbolar la bandera del patriotismo y la distinción entre franceses de nacimiento y los de origen extranjero, en lo que parece ser un giro ideológico a la derecha de su mensaje en esta materia. “La nacionalidad francesa es algo que se merece, hay que poder mostrarse digno de ello", ha asegurado.
"Cuando uno dispara contra un agente de las fuerzas del orden, no es digno de seguir siendo francés", remachó. Asimismo, expresó su deseo de que "la adquisición de la nacionalidad francesa para un menor delincuente en el momento de cumplir la mayoría de edad no siga siendo automática".
De los delitos de sangre ha saltado a hablar de inmigración irregular sin ningún tipo de cortapisas. Y en este sentido, también ha cargado contra los sin papeles. “Deseo que se evalúe los derechos y las prestaciones a los que tienen acceso actualmente los extranjeros en situación irregular", afirmó, incidiendo en que "una situación irregular no puede conferir más derechos que una situación regular y legal".
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