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Vida en el Planeta

Otoño en invierno

Primera modificación:

"Todo no será solucionado en París, pero sin París nada habría sido solucionado". Con esta frase,el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, resumió las conclusiones de la COP21, que finalizó el pasado sábado 12 de diciembre con un acuerdo adoptado por los 195 países presentes en Le Bourget.

En París, las temperaturas son muy clementes para la estación.
En París, las temperaturas son muy clementes para la estación. AFP PHOTO / FRANCK FIFE
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Incluso las organizaciones ambientalistas reconocen que algo hubo, imperfecto, incompleto, pero algo que permitirá trabajar a partir de ahora para frenar el recalentamiento global. Todas las partes saben que hay mucho trabajo por delante, porque en el día a día se nota.

Éste es el caso de Chris Miller quien vive en Oviedo, Asturias, al norte de España. Es miembro del Movimiento Ciudadano Europeo contra el Ecocidio, pero ya no se expresa únicamente como militante, ahora habla como víctima del cambio climático: “Hace una semana cerraron la autopista que une a las tres principales ciudades de Asturias para reducir la contaminación que había superado los límites recomendados por la OMS”.

Un exceso de contaminación que sorprende en un país como España, que se jacta de desarrollar las energías renovables. “Desde que llegó el PP se paralizaron las inversiones en renovables para apoyar a las compañías que tienen el monopolio de fuentes energéticas tradicionales”, explica Chris Miller.

Este militante no es sólo sensible al futuro del planeta, también está afectado por los trastornos climáticos. “Soy asmático y tengo que abusar de los medicamentos porque a veces no puedo ni respirar. En esta zona ya no llueve. Ahora deberíamos tener nieve y nada, tenemos un tiempo espléndido. Eso no es normal”, dice Miller.

Lo peor, afirma, es que a nadie le importa. “Escucho a gente decir que ojalá dure el buen tiempo, pero eso no es normal”, insiste.

Es cierto que ya uno no sabe muy bien cómo vestirse. Aquello de guardar la ropa de verano porque llegaba el otoño y luego sacar los abrigos pesados, gorros y bufandas porque llegaba el invierno, ya no queda muy claro.

Y para aquellos que aún no lo entienden, he aquí algunos datos de la Organización Mundial para la Salud sobre los efectos de la contaminación del aire exterior.

“Un 80% de las defunciones prematuras relacionadas con la contaminación del aire exterior se deben a cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular, mientras que un 14% se deben a neumopatía obstructiva crónica o infección aguda de las vías respiratorias inferiores, y un 6% a cáncer de pulmón”.

Una evaluación de 2013 realizada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS “determinó que la contaminación del aire exterior es carcinógena para el ser humano, y que las partículas del aire contaminado están estrechamente relacionadas con la creciente incidencia del cáncer, especialmente el cáncer de pulmón”.

“También se ha observado una relación entre la contaminación del aire exterior y el aumento del cáncer de vías urinarias y vejiga”.

Éstos son algunos datos, pero se puede encontrar más información en el sitio oficial de la OMS.

Entrevistado: Chris Miller, del Movimiento Ciudadano Europeo contra el Ecocidio.

Fuente: OMS.
 

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