Saltar al contenido principal
España

Cataluña inicia una campaña electoral marcada por la independencia

El próximo 27 de septiembre los catalanes acudirán a las urnas en unas elecciones consideradas plebiscitarias por los partidarios de la independencia. Si las listas independentistas ganaran las elecciones, se abriría una crisis sin precedentes tanto en España como en la Unión Europea.

Militantes independentistas muestran su bandera durante una manifestación el 9 de noviembre en Barcelona.
Militantes independentistas muestran su bandera durante una manifestación el 9 de noviembre en Barcelona. AFP FOTO/ JOSEP LAGO
Anuncios

Por Federico Spinelli

 
El próximo 27 de septiembre los catalanes acudirán a las urnas para elegir a sus representantes en el parlamento autonómico. Sin embargo, estas elecciones tienen un carácter especial. Después que el gobierno español haya rechazado reiteradamente autorizar un referéndum sobre la independencia, los partidarios de la secesión consideran estas elecciones como un plebiscito a favor o en contra de la independencia.

Los 135 escaños que componen el Parlamento catalán serán ocupados, a partir del 27 de septiembre, por un bloque independentista y otro unionista. El primero, está constituido por el partido ‘Junts pel Sí’ (Juntos por el Sí), una lista unitaria formada por políticos y personalidades de la sociedad civil, y la CUP (Candidatura de Unidad Popular), un partido de la izquierda anticapitalista. El segundo, está compuesto por partidos de centroizquierda, como ‘Catalunya sí que es pot’ (Catalunya sí que se puede) y el Partido Socialista de Cataluña, y de centroderecha como el Partido Popular y Ciudadanos. Según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicada el pasado miércoles, los partidos a favor de la independencia de Cataluña podrían obtener una ajustada mayoría.

Los partidarios de la independencia se remontan hasta el siglo XV, cuando la corona Catalanoaragonesa pasó a formar parte de Castilla con el casamiento entre Isabel I de Castilla y Fernando de Aragón. Hasta el siglo XI, cuando se unió con Aragón, Cataluña había sido un Estado soberano, con parlamento propio. El 11 de septiembre de 1714, cuando las tropas catalanas se rindieron ante el ejército Borbón de Felipe V durante la Guerra de Sucesión española, el Estado catalán y sus instituciones fueron disueltos. Desde entonces, muchos catalanes consideran que su cultura se ha ido erosionando siendo la dictadura franquista su época más obscura. Desde 1976, con la muerte de Franco y la recuperación de la democracia, Cataluña ha sido una más de las comunidades autónomas de España.

Sin embargo, el movimiento a favor de la independencia ha ido creciendo en los últimos años por motivos que no son solamente históricos. Una de las principales quejas de los catalanes es el déficit fiscal, es decir, la diferencia entre lo que paga en impuestos y lo que ingresa de las partidas presupuestarias del Gobierno español. Los defensores de la independencia aseguran que bajo el paraguas de un nuevo Estado Cataluña sería una de las regiones económicamente más prósperas de Europa.

Si las listas independentistas consiguen una mayoría en el parlamento catalán, se podrían empezar a dar los primeros pasos para construir estructuras de Estado, como una hacienda propia o la redacción de una constitución catalana. Según ‘Junts pel Sí’, este proceso podría completarse en 18 meses. No obstante, estos movimientos toparían con la oposición del Madrid, que se ha opuesto fervientemente a la independencia. El presidente español, Mariano Rajoy, quien también se someterá a las urnas en las elecciones generales el próximo diciembre, tratará de sacar rédito político con su postura en contra de la secesión.

En el caso que se optara por una declaración unilateral de independencia se abriría una crisis sin precedentes tanto en España como en la Unión Europea. Así, los posibles escenarios pasadas las elecciones son inciertos. A pesar que los secesionistas afirman que una Cataluña independiente no quedaría automáticamente fuera de la Unión Europea, el Gobierno español ha asegurado que sí. Recientemente, David Cameron, el Primer Ministro del Reino Unido, también afirmó que regiones como Cataluña que se separan de un Estado miembro de la UE tendrían que volver a solicitar su admisión. Si España vetase la entrada de Cataluña a la Unión Europea, el nuevo país podría llegar a acuerdos puntuales con Bruselas, como ocurre con Suiza o Noruega. Si se quedara fuera de la Unión Europea, Cataluña podría fundar su propio Banco Central e instaurar una nueva moneda. Sin embargo, no podría solicitar la ayuda financiera del Mecanismo Europeo de Estabilidad o el Banco Central Europeo

 

 

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Compartir :
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.