Diputados franceses adoptan la polémica ley sobre el fin de vida
Primera modificación:
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El proyecto de ley sobre el fin de vida fue aprobado en la Asamblea Nacional francesa, luego de un largo debate. Polémica para algunos, insuficiente para otros, la nueva ley permite a los pacientes en fase terminal de diversas dolencias, sin posibilidad de curación, optar por la sedación profunda por decisión propia.
El paciente determinará si se acoge o no a la ley de sedación y, en caso de que esté incapacitado para hacerlo, el médico tomará la decisión conjuntamente con la familia, tal como lo establece la legislación.
Para entrar en vigencia, el proyecto - una de las promesas electorales de la campaña de François Hollande - deberá ser examinado previamente por el Senado.
La ley, centrada en el enfermo y el fin de su sufrimiento, se funda en el respeto del paciente, en sus decisiones, en su voluntad, como lo planteaba Hollande.
Durante su discusión, grupos pro vida, como Alliance Vita, criticaron fuertemente el proyecto. Por el contrario, sectores favorables a la ley la estigmatizan por no haber ido más lejos; es decir, por no haber osado llegar a la eutanasia. "Es como quedarse a medio camino", dice desde España, Fernando Pedros, miembro de la junta de la asociación Derecho a Morir Dignamente.
Recientes sondeos dicen que 96 % de los franceses son favorables a la sedación profunda cuando el paciente la solicita y el 80 % se pronuncia por la legalización de la eutanasia.
Entrevistados: Sylvain Fernández-Curiel, del colectivo interasociativo de salud; Tugdual Merville, delegado de la organización Alliance Vita; Fernando Pedros, miembro de la asociación Derecho a Morir Dignamente, España.
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