Rusia: ¿a quién beneficia la muerte del opositor Boris Nemtsov ?

Con el asesinato de Nemtsov, férreo opositor a Vladimir Putín, se alarga la lista de los disidentes asesinados estos últimos años. Los manifestantes que salieron a la calle este domingo denuncian un crimen político, mientras que los sectores pro Kremlin denuncian un complot desestabilizador e, incluso, acusan a los servicios de inteligencia occidentales.

Los manifestantes de la marcha opositora del 1° de marzo enarbolaron fotos de Boris Nemtsov, asesinado dos días antes. "Estas balas están dirigidas a cada uno de nosotros", dice el cartel. Reuters

Decenas de miles de personas se manifestaron en la capital rusa este domingo en repudio al asesinato del líder opositor ruso Boris Nemtsov, abaleado mientras caminaba por un puente, a unos metros del Kremlin. Según los manifestantes que se reunieron en varias ciudades del país, se trata de un asesinato político. Nemtsov, férreo opositor de Vladimir Putín, se preparaba para denunciar una vez más el papel de Moscú en el conflicto separatista ucraniano, y había denunciado también la corrupción en las licitaciones en el marco de los juegos olímpicos de Sotchi.

Pero el gobierno habla de una "provocación" para alentar el "sentimiento anti Rusia". El presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov, aliado del Kremlin, acusó incluso los servicios secretos occidentales.

Traidor a la patria

"Desde luego era un personaje incómodo para el régimen de Putín. De ahí no podemos tener la certeza que el Kremlin esté detrás de eso", declaró a RFI Nicolás de Pedro, especialista del Centro para Asuntos Internacionales de Barcelona, CIDOB. "Pero es muy difícil desligar ese asesinato del clima creado de persecución contra los críticos al régimen de Putín, que en los últimos meses pasaron a ser considerados como 'traidores a la patria'", agregó de Pedro.

Las autoridades rusas no descartan ninguna pista sobre este asesinato, que calificaron de meticulosamente planificado. Por el momento se ignora si se trata de un crimen político, de un ataque islamista tras el apoyo de Nemtsov a la revista Charlie Hebdo, o si se trata de un asesinato vinculado al conflicto en Ucrania.

En todo caso, los manifestantes temen que los autores intelectuales de este crimen nunca sean detenidos, como ha pasado en varios casos, como el del asesinato de la periodista de investigación Anna Politkovskaia.

Entrevistado: Nicolás de Pedro, especialista del Centro para Asuntos Internacionales de Barcelona, CIDOB.