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Vaticano

Sínodo termina sin consenso sobre la apertura a homosexuales y divorciados

 El encuentro de los obispos abordó las grandes reformas de la Iglesia previstas por el Papa Francisco, entre ellas la apertura hacia los homosexuales y el derecho a comulgar para los divorciados vueltos a casar. Tras las votaciones, estos temas más espinosos no alcanzaron el quórum necesario para ser aprobados. Sin embargo, la discusión ha quedado abierta hasta una nueva cita el próximo año.

El papa agradece a los cardenales al final de la beatificación de Pablo VI, que precedió al sínodo de Obispos
El papa agradece a los cardenales al final de la beatificación de Pablo VI, que precedió al sínodo de Obispos Reuters
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Con la beatificación del papa Pablo VI se cerró el Sínodo de las familias, una reunión de obispos que durante dos semanas reflexionaron en torno a los problemas de la familia moderna y la apertura de la Iglesia a las uniones libres, los divorciados y los homosexuales. Estas reflexiones forman parte de un largo proceso tras el cual se decidirán las reformas de la Iglesia dentro de la apertura buscada por el Papa Francisco.

 Los obispos votaron cada uno de los 62 párrafos que componen el texto. Para ser aprobados se necesitaba el sí de los dos tercios de los obispos. Los únicos tres párrafos que no obtuvieron ese quórum fueron los referentes a los sacramentos para las personas divorciadas y vueltas a casar y a la homosexualidad.

Sin embargo,  de las votaciones y de los días de debate se deduce que una mayoría moderada de los obispos quiere una salida para esos temas: 104 padres sinodales de 183 votaron a favor de la comunión de los divorciados; mientras que 118 de 183 votaron por acoger a los homosexuales. Además en el texto final se insta a "acoger a los  homosexuales con respeto y delicadeza".

El papa Francisco, a quien este encuentro le sirvió para medir el apoyo a sus ideas, decidió la publicación de toda la documentación, es decir de borradores como las 460 correcciones, para que el debate prosiga en las parroquias. Así lo explicó el padre Manuel Dorantes, vocero en español del sínodo, que en conversación con RFI prefirió hablar de síntesis:”es difícil hablar de aprobación o rechazo. El santo Padre ha decidido que este documento íntegro, incluso con los párrafos rechazados, sean parte de este diálogo y proceso (de reforma de la iglesia) y vaya a las conferencias episcopales para ser reflexionado en todo el mundo”.

También en diálogo con RFI, el padre Jesús Álvarez, vocero del Arzobispado de México, recalcó que lo importante es que estos temas se ventilen: “la Iglesia está formada por una gran cantidad de personas y pensamientos, y ante esta gran diversidad quien toma la iniciativa es el Papa Francisco con su grupo de consejeros. Lo más importante es que se ventilen estos temas y es en la familia donde se podrá encontrar la solución a tantos grandes problemas que aquejan al mundo como la violencia, la falta de justicia incluyendo el respeto a la vida”.

En el mensaje de clausura del encuentro los obispos confirmaron su deseo de "seguir reflexionando sobre los puntos más problemáticos". El informe será divulgado en todas las diócesis del mundo con un cuestionario que servirá de base para el próximo sínodo de octubre de 2015.  

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