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Ucrania / Rusia

Referendo en Crimea: Rusia pide observadores de la OSCE

Moscú hizo un llamado este 14 de marzo a la OSCE para que envíe observadores al referendo independentista que se celebrará dentro de dos días en Crimea, el cual podría sellar la anexión de esa región ucraniana a Rusia. Los países occidentales amenazan con serias sanciones si el referendo se lleva a cabo.

Militares armados (presuntos soldados rusos) cerca de la base militar de Perevalnoye (Crimea), 13 de marzo de 2014.
Militares armados (presuntos soldados rusos) cerca de la base militar de Perevalnoye (Crimea), 13 de marzo de 2014. REUTERS/David Mdzinarishvili
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06:41

Escuche el informe con Alberto Sicilia, nuestro corresponsal en Crimea:

Rusia tiene desplegados en Crimea unos 30.000 mil soldados y está realizando importantes maniobras militares en la frontera con esa región ucraniana rusófona que incluyen a 4.000 paracaidistas. A este despliegue militar se agregan las presiones políticas. Este viernes, el ministerio ruso de Relaciones Exteriores manifestó que se reservaba el derecho a proteger a sus ciudadanos en Ucrania.

En este contexto, es muy difícil imaginarse que el referendo independentista del próximo domingo vaya a tener un resultado distinto a la opción de una anexión a Rusia de la región rusofona ucraniana de Crimea. Es una elección entre “sí” o “sí”, como ironizó el ministro francés de Relaciones Exteriores Laurent Fabius.

De ahí el escepticismo que puede despertar la declaración que ha hecho la cancillería rusa este viernes. Moscú hizo un llamado a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para que envíe observadores a esa consulta. El ministerio ruso de Relaciones Exteriores instó de paso a la OSCE a “dejar su política de doble rasero”.

Los occidentales, por su parte, siguen amenazando con serias sanciones a Moscú si ese referendo tiene lugar. Al mismo tiempo continúan ejerciendo presión diplomática para que Putin cambie de política. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegó este viernes por la mañana a Londres para reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, a dos días del referéndum.

La Casa Blanca ha advertido claramente que las conversaciones entre Kerry y Lavrov en Londres suponen para Moscú la última oportunidad para evitar nuevas sanciones norteamericanas. Será la cuarta vez en una semana que John Kerry y Serguei Lavrov se reúnen para conversar sobre la crisis ucraniana, después de infructuosos encuentros en París y Roma.

El funcionario estadounidense tenía previsto reunirse con el primer ministro británico, David Cameron, y su homólogo británico, William Hague, antes de hacerlo con Lavrov para tratar de disuadir a Moscú de anexionar la península. “Vamos a presentar, en el marco de una Ucrania unificada y soberana, la mejor oferta posible para una 'desescalada' que sea aceptable para el pueblo ucraniano, y ver si Rusia está dispuesta a aceptar esta oferta”, dijo un alto responsable del Departamento de Estado que viaja con Kerry.

Antes de abandonar Washington el jueves por la noche, John Kerry mantuvo una nueva conversación telefónica con Lavrov y le advirtió de que “Rusia tendrá que pagar un coste si continúa alimentado” la tensión. Ante una comisión del Senado, Kerry advirtió que Estados Unidos está dispuesto a tomar “el lunes una serie de medidas muy serias” contra Moscú en respuesta al referéndum convocado este domingo en Crimea, paso previo a su reunificación con Rusia, a la que perteneció hasta 1954.
 

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