Saltar al contenido principal
Reino Unido

Los británicos vuelven a protestar como en los 70

Voceros sindicales reivindican un movimiento de protesta histórico en el sector público seguido por cerca de dos millones de personas. En cambio el primer ministro Cameron lo calificó de ‘petardo mojado’. El balance de la huelga de este miércoles 30 de noviembre de 2011 en Gran Bretaña es contrastado.

Los empleados públicos quieren paralizar a Londres.
Los empleados públicos quieren paralizar a Londres. Reuters/Toby Melvill
Anuncios

La huelga perturbó sobre todo a las escuelas: más de tres de cada cuatro escuelas públicas (76%) resultaron afectadas. Esto obligó a numerosos padres a permanecer en sus casas. También se registró una menor actividad en hospitales, juzgados, museos y oficinas municipales.

En cambio en los principales aeropuertos así como en los puertos y ciertas estaciones de trenes no se registraron perturbaciones mayores. La participación fue estimada en “unos dos millones”, según un vocero de UNISON, el mayor sindicato de trabajadores del sector público.

El Gobierno británico, por su lado, se limitó a decir que 135.000 –o un poco más del 25%– de los funcionarios faltaron a sus puestos de trabajo. Varias decenas de miles de personas se manifestaron durante la tarde en el centro de Londres, la mayor del millar de concentraciones previstas a lo largo y ancho del país.

Los huelguistas instalaron piquetes informativos ante numerosos edificios públicos, especialmente hospitales, algunos de los cuales solo atendieron los casos de urgencia.
Ante el parlamento, el primer ministro británico, David Cameron, calificó la huelga anuncia de “petardo mojado”. En cambio para los sindicatos fue un paro histórico.

El secretario general de Unison declaró: “Pasará a la historia como la mayor huelga coordinada, la mayor muestra de determinación y desafío que el país ha vivido en casi un siglo”.

Los sindicatos del sector público lanzaron esta protesta para tratar de frenar la reforma de las pensiones lanzada por el Gobierno de David Cameron, que prevé aumentar la edad de jubilación a los 66 años en 2020 (contra 60 años en la actualidad).

Esta reforma de las pensiones está enmarcada en el drástico plan de ajuste del Gobierno que les obligará a trabajar más años, pagar contribuciones más altas y recibir menos al final. El panorama del sector público en ese país está muy deprimido: los salarios de los funcionarios fueron congelado hasta 2013 y se anunció la supresión de 710.000 empleos.

En Gran Bretaña, país poco acostumbrado a este tipo de grandes manifestaciones sociales, se tienen muy en cuenta los efectos negativos en los usuarios que puedan tener ciertas acciones. De hecho, la oposición laborista ha tomado sus distancias con respecto a este movimiento.

El Gobierno se preparó para esta jornada haciendo un llamado para reemplazar a los funcionarios huelguistas. Además, ciertas compañías aéreas anticiparon el movimiento anulando vuelos o limitando el número de pasajeros en los aviones.

 

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Compartir :
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.