Otro día de caos en los aeropuertos europeos
Las intensas nevadas que caen desde el sábado en Europa continuaban este lunes perturbando el transporte aéreo y terrestre. Los aeropuertos parisinos cancelan el 30% de sus vuelos y Londres prevé retrasos para los próximos días. Bruselas cierra sus pistas hasta el miércoles El temporal perturba además el tráfico ferroviario y de autobuses en París y sus alrededores.
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El testimonio de Isabel Contreras, colaboradora de RFI y varada desde hace dos días en el aeropuerto parisino de Roissy CDG.
Las autoridades de la aviación civil francesa pidieron este lunes a las aerolíneas cancelar el 30% de los vuelos del aeropuerto de Roissy hasta las 17:00 GMT, una medida extendida para todo el día en el caso de Orly, que cerró sus pistas de aterrizaje por la mañana.
Mientras tanto, los aeropuertos de París, Londres, Fráncfort, Bruselas y Ámsterdam albergaron por segunda noche consecutiva a pasajeros que tuvieron que dormir en el lugar. En Roissy, pernoctaron unas 3.000 personas, luego de que el 40% de los vuelos del principal aeropuerto francés fueran cancelados el domingo.
Los aeropuertos británicos de Heathrow y Gatwick, que esperaban este fin de semana una afluencia récord en vísperas navideñas, se encuentran entre los más afectados por el temporal. Miles de personas quedaron varadas el domingo, mientras las autoridades anunciaban que los retrasos y las cancelaciones durarían varios días. British Airways anunció que mantenía este lunes la mitad de sus vuelos, es decir la mitad de los previstos.
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El aeropuerto de Bruselas permanecerá cerrado hasta el miércoles por la mañana a causa de la escasez de líquido anticongelante para los aviones, anunció este lunes un portavoz.
Fráncfort, por su parte, canceló este lunes 300 vuelos.
Por otro lado, Eurostar, la línea de alta velocidad que une París y Londres, pidió a los pasajeros que dejen de ir a las estaciones de ambos lados del canal de la Mancha, ya no está en condiciones de absorber el flujo de viajeros.
Las condiciones meteorológicas afectan también las carreteras francesas. Las autoridades han prohibido la circulación de camiones que lleven más de 7,5 toneladas hacia París y su periferia.
En cuanto al transporte de pasajeros, se encuentra interrumpido el servicio de autobuses en la capital francesa y en varios departamentos lindantes.
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