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Unión Europea

Grecia se aprieta el cinturón

Los ministros de Economía y Finanzas se reúnen en Bruselas para sellar el plan destinado a apoyar a Grecia para salir de la crisis presupuestaria. La eurozona emplaza a Atenas a adoptar medidas complementarias si quiere reducir su déficit en 4% en 2010. La Comisión controlará el programa griego que incluye un alza de los impuestos. Los europeos dan un mes de prueba al programa de ajuste.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet habla con el ministro de Finanzas griego Giorgios Papaconstantinou en la reunión de la Eurozona en Bruselas, 15 de febrero de 2010
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet habla con el ministro de Finanzas griego Giorgios Papaconstantinou en la reunión de la Eurozona en Bruselas, 15 de febrero de 2010 Reuters / Wiktor Dabkowski
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01:20

Informe desde Bruselas

Laia Fores

El programa de ajuste del gobierno socialista de Giorgios Papandreu será examinado con lupa en las próximas semanas y si no da sus frutos, sus socios europeos que comparten el euro, víctima de la situación presupuestaria griega, le exigirán más.

Así lo afirmó el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker tras una reunión este lunes de los ministros de Finanzas. Si el 16 de marzo no ha cumplido con las expectativas, Grecia “se ha comprometido a proponer nuevas medidas”, afirmó el luxemburgués que lanzó una fuerte advertencia a los mercados. “Se engañan mucho si creen que pueden hacer pedazos a Grecia”, sentenció el jefe de los 16 países de la zona euro.

Con la soga al cuello, Atenas se muestra reticente a adoptar medidas adicionales con un clima social interno bastante crispado tras el anuncio de congelar los salarios de la función pública, así como nuevos contratos.

Este martes, la unión de aduaneros griegos anunció una nueva huelga de tres días para protestar contra el plan de austeridad del gobierno. “Contribuimos al 40% de los ingresos del Estado y nuestras condiciones de trabajo son duras… el gobierno quiere reducir nuestro salario y suprimir nuestras ventajas fiscales”, se quejaba Anargyros Sakellaropoulos, presidente del sindicato de la Unión de aduaneros.

Papandreu cree que pedir más a las cuentas griegas no conseguirá que los mercados dejen de atacar a su economía ni al euro. “Mi opinión es que lo que parará a los mercados es un mensaje más explícito que haga operativo lo que decidió la Comisión”, sostuvo el jefe de gobierno griego en apuros.

Efectivamente la Comisión expresó el jueves pasado un mensaje fuerte, moral, de ayuda psicológica al socio griego pero sin nada tangible lo que calmó momentáneamente la “voracidad” de los mercados financieros pero sin marcar un verdadero punto de inflexión, ni con cifras que achiquen de forma contundente esta inundación.

Las advertencias de Juncker, el mensaje de los europeos y el anuncio del programa de ajuste griego no consiguieron por ejemplo que este lunes el euro recuperara su fuerza de antaño.

La moneda europea consiguió una tímida remontada a la espera de la reunión de los ministros de Finanzas y de Economía de la Unión Europea. Este lunes por la mañana, el euro se cotizaba a 1,3651 dólares contra 1,3607 el lunes.

Veremos que da de sí la reunión de los 27 este martes en Bruselas donde se espera que se detalle un poco más en qué consiste el plan de ayuda de los socios europeos para sacar a Grecia del agujero financiero.
 

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