Guatemala es el país de mayor población indígena de América Central, pero las comunidades indígenas son pocas veces escuchadas cuando se trata de políticas económicas y desarrollo social. Megaproyectos de represas, exploración y explotación petrolera, o el cultivo de palma africana entre otros factores, van en contra de sus intereses.Aunque el país firmó un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y un "Acuerdo de Asociación" con la Unión Europea, la mayoría de la población y en particular las comunidades indígenas no se han visto beneficiadas. Nuestro entrevistado pide a la Unión Europea "escuchar a los representantes de las comunidades indígenas como sujetos de derecho".Entrevistado: Manuel Tarsicio Nájera, miembro de Serjus (Servicios Jurídicos y Sociales) de Guatemala.