Los diputados europeos aprobaron el martes 15 un conjunto de textos que darán vida a la "Unión Bancaria", mecanismo creado durante la fase más algida de la crisis que estalló en 2008, con objeto de evitar que los costos de las quiebras bancarias sigan siendo "socializados" entre los contribuyentes, mientras los beneficios son privatizados entre los accionistas de los bancos.La resolución, aprobada en la última sesión parlamentaria de la Eurocámara, constituye un paso adelante, pero sólo a medias. Los grupos de presión ligados al mundo financiero gastan más de 120 millones de euros por año y emplean más de mil 700 personas para influir sobre los eurodipitados a favor de sus intereses.Entrevistado: Antolín Sánchez, eurodiputado español, miembro del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas.