Este mes de agosto se cumplen siete años del traspaso de poder de Fidel Castro a su hermano Raúl al mando de Cuba. Sumida en un fuerte marasmo económico y corroída por una burocracia omnipresente en todos los niveles del Estado, la isla es desde entonces escenario de un proceso de cambios y reformas impensable hasta hace pocos años, aunque su aplicación ha resultado mucho más lenta de lo deseado. En un ejercicio poco común, el gobierno cubano invitó hace unas semanas a un reducido número de periodistas extranjeros a una presentación sobre el llamado "proceso de actualización del modelo económico cubano", presidida por el vicepresidente Marino Murillo. Altin Lazaj, periodista del servicio de Economía en francés de RFI, registró las declaraciones del vicepresidente.