En el primer tiempo, los alemanes tuvieron el 73% de la posesión del balón y crearon varias opciones de marcar. El monólogo fue interrumpido por una salida rápida de los merengues, que tuvo origen y final en Benzema. Un gol de oro para los intereses blancos, que demostraron poder hacer frente a un equipo en gran estado de forma. Por lo demás, el equipo madrileño volvió a contar con gran solidez defensiva y con las intervenciones de Iker Casillas, que al final del encuentro evitó el empate de Götze.

Del lado alemán, Pep Guardiola asumió la derrota pero valoró el coraje de sus dirigidos, que durante la primera parte metieron a los madridistas en su campo. El sello del catalán fue evidente en las largas posesiones y la presión alta de su equipo, que de esta manera evitaba el intercambio de golpes con un rival adiestrado para el contraataque. Guardiola se lamentó de que sus jugadores no concretaran ninguna de sus opciones de gol, pero se mostró esperanzado de cara a la vuelta el martes, en el Allianz Arena.

Así pues, los finalistas se definen la próxima semana: el martes, el Bayern de Múnich recibirá al Real Madrid, y el miércoles el Atlético de Madrid buscará la gesta frente al Chelsea, en Londres.