Las justas invernales abrieron el telón. Serán 88 países los que competirán en este balneario del sur de Rusia, en el Mar Negro. La más cara de la historia, esta vigésimo segunda versión de las Olimpiadas verá la aparición de 8 nuevas disciplinas, para un total de 15 deportes en competencia. Nombres como el de la norteamericana Lolo Jones o del noruego Aksel Lund esperan brillar con luz propia en esta cita, a la que, por lo demás, no faltará América Latina.

En efecto, aunque la representación latinoamericana llega apenas a los 32 deportistas, las distintas delegaciones esperan hacerse sentir en estas Olimpiadas. Sin tradición de deportes invernales, muchos atletas de la región llegan entre el exotismo, la novedad o el sacrificio.

Así pues, la región contará con tres delegaciones consolidadas, las de Argentina, Chile y Brasil, que suman más de la mitad de la representación latinoamericana. Luego, un escalón más abajo, están países como Perú, que tendrá tres representantes, y delegaciones que contarán con apenas un deportista, como es el caso de Venezuela, Paraguay, México y Puerto Rico.

América Latina llega a estos juegos invernales con el deseo de lograr la primera medalla para la región. La paraguaya Julia Marino y la chilena Dominique Ohaco, en esquí artístico, son las principales esperanzas. Sin embargo, el triunfo de uno será el de todos, como reconoce Roberto Carcelén, esquiador peruano que participará en la prueba de fondo.

"Es toda Latinoamérica, ahora somos más que antes. Somos muy amigos, y estamos unidos. El resultado de uno será el resultado de toda la región", afirmó Carcelén al micrófono de Radio Francia Internacional.