Redifusión. Rodrigo García, el recién nombrado director del Centro Dramático Nacional de Montpellier, quien acaba de rebautizarlo con el nietzscheano nombre de Humano Demasiado humano, acaba de presentar en la sala parisina La ménagerie de verre dos obras: Accidentes, y Llama, espectáculos que oscilan entre el poema visual y la performance musical.
Accidentes ya ha causado un cierto revuelo en sus representaciones en España e Italia por presentar en escena una langosta viva, que acaba siendo cortada en dos por el actor Juan Loriente. Curiosamente, la obra ha sido prohibida en España por maltrato de animales, país en el que la corrida toros, espectáculo muchísimo más sangriento y con un público mucho más numeroso, es símbolo nacional.
Rodrigo García, nace en Buenos Aires, en 1964, pero desde 1986 decide instalarse en Madrid
¿El teatro es humano, demasiado humano?
Sí, de lo humano, demasiado humano del teatro me gusta la parte que tiene que ver con los fracasos, con los excesos, con la incertidumbre, con los miedos; o sea, con toda la fragilidad del ser humano.
Pasando de lo humano a lo divino, ¿es cierto que eres un lector asiduo de la Biblia?
Bueno, sí, porque como en la adolescencia fui un lector asiduo de Jorge Luis Borges, me gustó mucho una frase en la que decía: “¡Ah la Biblia!, lean la Biblia porque es uno de los libros más hermosos que se han escrito de literatura fantástica.” Para él, la Biblia (se ríe) era como leer a Lovecraft y entonces, evidentemente, te encuentras en la Biblia tanta belleza, no solo de las invenciones, de la ficción, yo la veo como una ficción maravillosa.
Te imaginas el Génesis, todo lo que pasa, los milagros, es todo un despropósito bellísimo. Y porque está muy bien escrito. Entre mis libros preferidos está el Eclesiastés porque es muy confuso y es prácticamente ateo
¿Cómo se ha recibido tu nominación al frente del Centro Dramático Nacional de Montpellier en España?
No se ha recibido para nada, lo han ignorado completamente, como de costumbre.
Sin comentarios...
No... ¡este! Tu me haces una pregunta y yo respondo. ¿Cómo se lo han tomado? Pues no le importó a nadie nada. ¿Qué les iba a importar?. (se rie) Te he dejado sin palabras...
...mudo de asombro