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El Invitado de RFI

Lino Patalano, productor de estrellas

Primera modificación:

Está de paso por París uno de los hombres de teatro que ha marcado con su sello inconfundible la escena argentina de estas últimas décadas.Se trata del productor teatral Lino Patalano, quien ha llevado por el mundo a artistas tan celebres como el bailarín Julio Bocca o el inolvidable grupo de Les Luthiers

Lino Patalano en los estudios de RFI.
Lino Patalano en los estudios de RFI. Foto: Jordi Batallé/RFI
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Lino Patalano nace en 1946 en Gaeta, pueblo del Lacio italiano, en 1946.

Imagino que nacer justo después de la guerra hizo que tu infancia no fuera fácil. ¿Es cierto que naciste en una habitación empapelada con acciones del Banco de Italia.

Mi familia, que contaba con una muy buena posición, después de la guerra perdió todo. Los alemanes dinamitaron la parte nueva del pueblo y obviamente no había donde vivir. Yo nací en una habitación, que como no había pintura, empapelaron con las acciones del Banco de Italia, que se habían salvado. Anécdota que siempre contaban con alegría mis padres porque en definitiva, a pesar de haber perdido todo, la guerra -decían- les dio la posibilidad de viajar a Argentina y realmente fuimos muy felices. A pesar de que mi padre fue para trabajar como estribador, para cargar y descargar barcos. Yo estoy muy agradecido de que me hayan llevado a Argentina.

Gala de reapertura del Teatro Colón. Llegada al teatro de Julio Bocca.
Gala de reapertura del Teatro Colón. Llegada al teatro de Julio Bocca. Foto Nahuel Padrevecchi

Llegas a Argentina con cinco años. ¿Fue difícil adaptarte a un nuevo país?

Fue muy raro por que yo salí en noviembre. Antes de tomar el barco en Génova pasamos por Roma, por Pisa y obviamente nos embarcamos en tercera clase. Pero como tenía una hermana que era muy bonita, siempre nos invitaban a comer a la mesa del capitán. Fue muy chocante por que mis tías decían que nos íbamos a vivir a las tolderías. Llegamos en diciembre con un calor espantoso y el tranvía cuando cruzo el riachuelo de Avellaneda, ví que la tierra era colorada y pensé: ¡Es indudable que llegamos a las tolderías! Pero me adapté muy bien.

Lo grave fue la escuela. Había echo el parvulario en una escuela de monjas francesas y con cinco años hablaba francés, italiano y latín. En el segundo grado, al aprender a leer, mezclaba los tres idiomas y todos se reían. A partir de ahí olvidé todos los idiomas y me quedé con el castellano.

Teatro Maipo - Buenos Aires
Teatro Maipo - Buenos Aires

Tu primer contacto con el teatro es en el Teatro Regina, donde vas a empezar a trabajar como aprendiz. ¿Fue casual o el teatro ya te atraía?

No, eso fue solo una anécdota. Primero entré a trabajar en la representación de autores franceses e italianos en las oficinas la editorial de música ligera del grupo Riccordi. Los cantantes por ejemplo, llegaban por primera vez a Argentina Alain Barriere, Gilbert Bécaud, Charles Aznavour, era de una gran efervescencia. Pero lo mas espectacular es que se abría la puerta y aparecía Vittorio Gassman o todos los grandes directores que venían a buscar las obras francesas e italianas. Y ahí apareció una mujer, María Luz Regas, prócer del teatro argentino, quien me invitaba todo el tiempo al teatro. Me invitó primero a ver Rinoceronte de Ionesco en el Teatro San Martín. En el Regina ví ¿Quién teme a Virginia Woolf? (Who's Afraid of Virginia Woolf? en su título original) del dramaturgo estadounidense Edward Albee, la revolución del teatro contemporáneo, y me dije: tengo que trabajar con esta mujer. Y le pedí entrar a trabajar como cadete. Y un día, el agente de prensa se marchó y me pidieron si podía hacerme cargo de la prensa. Le dije que sí y al cabo de un año era secretario privado de la señora María Luz Regas, asistente de dirección de Luis Motura y jefe de personal. Eso, con 19 años.

Les Luthiers en el Teatro Solís de Montevideo, Uruguay
Les Luthiers en el Teatro Solís de Montevideo, Uruguay

En 1968 realizas tu primera producción profesional en el Teatro Embassy...

...y en el 70 me enojo con la gente del Teatro Regina y con un grupo de locos abrimos los Café concerts “El gallo cojo”, “La gallina embarazada” y “El Pollito erótico”.

¿Existía una cierta libertad de tono en esos cafés concert?

No, existía una libertad general, a pesar de que habia represión había gobierno militar. Era grave, pero no tanto. Por ejemplo una transgresora como Nacha Guevara le cantaba al ministro de los militares de Bienestar Social: “De que se rie señor ministro si la gente se muere de hambre” y no la mandaban matar. En 1973. Después llegó el segundo gobierno de Perón y empezó realmente la tragedia. Empezó la Triple A. Fue muy grave, prácticamente me quedé sin artistas. A los que no mataron tuvieron que irse, a los que no tuvieron que irse se autocensuraron. Y obviamente, en 1975, tuve que cerrar todos los cafés concerts por que no tenía nada que mostrar.

(Pueden escuchar la entrevista completa haciendo clic en "Escuchar")

 

 

 

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