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Crónica Cultural

Jean-Paul Sartre, el existencialista

Primera modificación:

El escritor y filósofo obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1964, galardón que Sartre rechazó de manera firme, pues para él “ningún intelectual debe ser consagrado en vida”.

Jean-Paul Sartre (1905 - 1980) rechazó el premio Nobel de Literatura que le fue atribuido en 1964.
Jean-Paul Sartre (1905 - 1980) rechazó el premio Nobel de Literatura que le fue atribuido en 1964. AFP/File
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En 1964 Jean-Paul Sartre sorprende a todos. El filósofo y escritor francés galardonado con el Nobel de Literatura rechaza el premio que le otorga la Academia sueca y declara ser libre. La libertad es uno de los puntos fundamentales de su filosofía. Escritor prolífico, fundador de la revista Les Temps Modernes, Jean-Paul Sartre es conocido tanto por su obra literaria como la filosófica que se inscribió en el movimiento del existencialismo.

“En su obra, Sartre logra establecer de manera clara y rigurosa que el fundamento de la existencia humana es la libertad. Sartre siempre se alejó de todo determinismo, de toda creencia sobre un destino que nos determina de manera absoluta o de que somos fichas manejadas por algo o alguien. El pensamiento de Sartre es precisamente lo contrario, que no hay ninguna predeterminación y que por ende, somos responsables de lo que somos”, explicó a RFI el profesor de filosofía de la universidad de Tours, el colombiano Alfredo Gómez Muller.

La obra de Sartre se compone de textos literarios como "El muro" (1939), "La náusea" (1938), "Los caminos de la libertad" (1945-1949), numerosas piezas de teatro, ensayos y textos filosóficos, como "El ser y la nada" (1943), o "El existencialismo es un humanismo" (1945 y 1949). Fue defensor de numerosas causas, se dejó seducir por el comunismo, incluso se reunió con Fidel Castro en Cuba, pero luego criticó los regímenes autoritarios.

Cuando en 1964 la Academia sueca le atribuyó el premio Nobel de Literatura, su reacción inmediata fue rechazar el reconocimiento, como hizo con otros que se le dieron en su vida.

“Fue una manifestación más de su deseo de libertad. Al recibir el premio dijo que el intelectual no debe dejar que lo conviertan en una institución y el premio Nobel significaba aceptar convertirse en estatua. Para él lo que contaba era el pensamiento. Nunca renunciar a denunciar lo que le parecía contrario a su proyecto humanista de libertad”, agregó Gómez Muller.

Jean-Paul Sartre, quien dominó la vida intelectual francesa durante décadas, recibió un inesperado y masivo homenaje al momento de su muerte. El gentío llenó la calles de París para acompañar el féretro hasta el cementerio de Montparnasse, donde años después se le unió su compañera de siempre, Simone de Beauvoir.

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