Considerado el máximo exponente del existencialismo ateo, Albert Camus es el autor de obras mundialmente conocidas como "El extranjero" o "La Peste".
"El artista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo hacia los demás, equidistante entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la comunidad, de la cual no puede desprenderse". Es lo que declaró Albert Camus (1913-1960) durante su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura. Un galardón que el escritor y filósofo francés recibió profundamente honrado y que le fue atribuido por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de hoy».
La comprensión de que la vida es absurda no puede ser un fin, sino un comienzo.
Albert Camus nació en Argelia, cuando ese territorio era todavía una colonia francesa. Nunca conoció a su padre, muerto durante la Primer Guerra Mundial. La madre de Camus, que era de origen español, era casi analfabeta y sorda. En sus primeros años, la educación de Albert fue confiada a su abuela quien lo crió a golpe de látigo. Esos orígenes humildes marcaron toda su obra y pensamiento.
A pesar de las dificultades de su juventud, Camus llegó a hacer estudios superiores de Filosofía y Letras. Pero su salud frágil debido a la tuberculosis, le impiden obtener el diploma para ser profesor. De esta experiencia, el joven Camus conservó la convicción de que la vida era injusta. Pero en vez de hundirse en un pesimismo destructor, desarrolló un gran apetito por la vida.
Durante su vida en Francia se prendó de amistas con Jean-Paul Sartre, y del que luego se alejó por profundas diferencias en cuanto a las maneras de interpretar la historia y la filosofía. Al existencialismo de Sartre, Camus opuso un humanismo que develó en libros como el "Mito de Sísifo" o "El extranjero", y una filosofía de lo absurdo de la condición humana.
“El humanismo de Camus hay que verlo desde su empatía hacia los personajes más detestables o perversos, como ‘Calígula’, título de uno de sus dramas, o los protagonistas de ‘Los justos’, un grupo de jóvenes enfrentados a dos dilemas mayores: la legitimidad de la violencia y la justificación del asesinato. Esto muestra la calidad del escritor y filósofo que fue Camus, y sus evidentes límites”, explicó a RFI el profesor de literatura francesa y francófona Daniel-Henri Pageaux.
Camus murió en un accidente automovilístico en 1960, que dio origen a numerosas especulaciones pero que nunca fueron confirmadas.
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