Saltar al contenido principal
Crónica Cultural

Henri Bergson, por los caminos de la intuición

Primera modificación:

Fue uno de los filósofos más importantes del siglo XX, creador de conceptos novedosos sobre la intuición o la duración. La Academia sueca le atribuyó el Nobel de Literatura en 1927 "en reconocimiento a sus ideas ricas y vitalizadoras, y la habilidad brillante con la que se han presentado".

Henri Bergson (1859-1941) obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1927.
Henri Bergson (1859-1941) obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1927.
Anuncios

En la lista de autores franceses galardonados con el premio Nobel de Literatura figuran tres personalidades mayores de la filosofía: Henri Bergson, Jean-Paul Sartre y Albert Camus.

 

El ojo ve sólo lo que la mente está preparada para comprender.

Henri Bergson

 

Bergson nació en París, no lejos del Palais Garnier en 1859, en el seno de una familia de origen judío. Su obra comprende títulos fundamentales como “Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia” (1889), “Materia y memoria” (1896), “La evolución creadora” (1907), o “Las dos fuentes de la moral y de la religión” (1932).

Sus principales aportes fueron los conceptos de "impulso vital", de "duración", y de "espacio", pero sobre destacó por su innovadora visión sobre la intuición, que él filósofo opuso a la inteligencia.

“Para Bergson, la inteligencia es la facultad de la que disponemos para lidiar con la materia o con el espacio. Nos permite dividir, calcular, yuxtaponer. En cambio, la intuición es la facultad que se ocupa del tiempo o del espíritu, nos permite captar lo único, lo singular e irrepetible. El concepto de intuición ha sido una constante en la filosofía; para Bergson implica la captación inmediata de la realidad”, explicó a RFI el profesor Axel Cherniavsky, de la Universidad de Buenos Aires y autor del libro "Exprimer l'esprit", sobre el tiempo y el lenguaje de Bergson.

Esta visión de Bergson sobre la intuición como facultad que nos permite acceder a la experiencia, a lo sensible, a lo temporal, abrió el camino a una metafísica diferente. Bergson se opuso en su momento al determinismo, a las teorías evolucionistas de Lamarck o de Darwin, porque para él no podían dar cuenta de la innovación creadora, de lo que sale de lo puramente calculable.

Ahora bien, siendo la obra de Bergson netamente filosófica, podría resultar curioso el que se le haya reconocido con el premio Nobel de Literatura en 1927.

“El premio Nobel en su caso no fue una contingencia de su vida, sino una necesidad de su obra. Para Bergson, el lenguaje no alcanzaba para decir lo que él quería decir. En su opinión, la lengua, un sistema homogéneo, divisible, simultáneo, no podía dar cuenta de una realidad cambiante, sucesiva y continua. Para él, era necesario someter la lengua a un trabajo literario y poético, para hacerla decir lo que de por sí, no puede decir. Bergson hizo un gran esfuerzo por volver grácil a la lengua, a su prosa. Su éxito en esa empresa está marcado por el premio Nobel”, agregó Cherniavsky.

Henri Bergson recibió el premio Nobel de Literatura "en reconocimiento a sus ideas ricas y vitalizadoras, y a la habilidad brillante con la que se han presentado". Tres años después se le concedió la Grand-Croix de la Legión de Honor, la máxima condecoración entregada en Francia.

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Ver los episodios restantes
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.