Los implantados: ¡llegaron los humanos biónicos!
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Los humanos superconectados ya están aquí. Para algunos ya no es suficiente tener un teléfono inteligente siempre a mano. Se han implantado chips bajo la piel que les permiten almacenar información y realizar algunas acciones.
Dos personas intercambian sus tarjetas de presentación. Es una acción banal pero, en este caso, no se usó papel. Solo hizo falta que una de ellas apoyara su teléfono inteligente en la mano de la otra para conectarse con el chip oculto bajo la piel, a fin de que la información se transmitiera.
La acción transcurrió a la salida de lo que se llama una Fiesta del Implante - la primera organizada en Francia - en la que los interesados pudieron implantarse un chip en forma de cilindro, de 1,2 centímetros de largo por 2 milímetros de diámetro, entre el pulgar y el índice, en el dorso de la mano.
En este encuentro hubo solo ocho personas dispuestas a colocarse un chip, seis hombres y dos mujeres, que luego de una intervención de cinco minutos se sumaron a las filas de los humanos biónicos.
Tres días antes de la Fiesta del Implante nos encontramos con uno de los voluntarios: "Me encanta todo lo que tiene que ver con la conexión. Para mí, las tarjetas son accesorios bastante molestos. Si olvido mi tarjeta de abono para el transporte público no puedo hacer nada. Pero si la tengo en la mano es mucho más simple, está siempre conmigo y no tengo que preocuparme", dice Serey, un joven parisino de 26 años, amante de la tecnología. "Yo me digo que es genial poder 'aumentarse', tener todo dentro de uno mismo, mientras que sea seguro, y hacer 'evolucionar', entre comillas, al ser humano."
En Francia, hay aproximadamente 80 implantados, según Sébastien, conocido como Urd, un profesional del piercing, quien ya colocó el chip a más de 35 personas, incluyendo a los ocho voluntarios de la Fiesta del Implante. El mismo se implantó uno hace 8 meses, poco despúes de la llegada de esta tecnología a Francia, y almacena en el microchip sus datos de contacto.
"Hoy puedes controlar el acceso a un cierto tipo de puertas que detecta tu chip como si fuese una llave y te permite el acceso. También vas a poder incluir datos médicos vitales o el código de tu tarjeta del banco", explica Sébastien. "Por ahora puedes hacer cosas así. Pero con el tiempo van a haber más y más aparatos que podrán interactuar con el implante y entonces va a ser más fácil encontrar nuevos usos a estos chips."
En Francia el implante cuesta entre 150 y 200 euros; no deja marcas visibles y solo se puede percibir al tacto. El chip está recubierto por un cristal biocompatible y, a pesar que está protegido por el tejido epidérmico, puede romperse y generar complicaciones.
"Si el chip no fue implantado en el lugar correcto, se podría romper si uno se golpea la mano contra algo, justo en ese lugar", previene Sébastien. "Si la cápsula se rompe, la antena que está en el interior no es biocompatible. En ese caso hay un riesgo de desarrollar una reacción alérgica."
Hay personas que se han instalado un chip en cada mano, pero quienes lo producen, como la empresa Dangerous Things (Cosas Peligrosas), sugieren no poner dos en la misma mano porque puede haber interferencias.
Como el chip tiene muy poco metal en su interior - similar a la amalgama que se usa para obturar las caries - no debería haber problemas con los detectores de metales en los aeropuertos.
Y a pesar de que por ahora ninguno de los implantados en Francia se retractó, si alguien duda, Sébastien asegura que el chip se puede retirar en solo unos minutos, haciendo una microincisión.
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© {{ scope.credits }}Fotos Hugo Passarello Luna www.hugopassarello.com
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