En cada paso que da en la nieve, el oso polar deja muestras ínfimas de ADN en sus huellas. Un grupo de científicos franceses se lanzó el desafío de recuperarlas en el archipiélago de Svalbard (Noruega), conjuntamente con WWF, Canon y el Instituto Polar Noruego. El equipo espera aplicar el mismo método en el estudio de otras especies tan esquivas y difíciles de alcanzar como los osos polares.Entrevistado: Guillermo Prudencio, de WWF, uno de los miembros de la expedición.