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Asia

Acusan a Vietnam de ‘connivencia’ con las violentas manifestaciones antichinas

Después de las protestas de este miércoles y jueves en Vietnam, Pekín pidió a Hanói un regreso a la calma, al tiempo que acusó a su vecino de ser demasiado tolerante con los manifestantes que han tomado empresas chinas y taiwanesas. La violencia se desató luego de que China desplegara la semana pasada una plataforma petrolera en aguas reivindicadas por las autoridades vietnamitas.

Manifestantes nacionalistas vietnamista en la siderúrgica taiwanesa donde fue ultimado un obrero chino.
Manifestantes nacionalistas vietnamista en la siderúrgica taiwanesa donde fue ultimado un obrero chino.
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La tensión entre Vietnam y China sigue en aumento. Este jueves, un trabajador chino murió y otras 100 personas resultaron heridas en disturbios en una planta de acero taiwanesa de Vietnam durante protestas contra China.

Las manifestaciones de obreros se extendieron a 22 de las 63 provincias del centro de Vietnam, asegura el gobierno, que pidió "fuertes medidas" para controlar la situación antes de que los inversores foráneos se asusten y abandonen el país.

La violencia provocó ya la huida de cientos de chinos a través de la frontera a la vecina Camboya, de acuerdo con la policía de ese país.

Pekín calificó de “bárbaros” los ataques y responsabilizó al gobierno vietnamita, al que acusa de “connivencia” con los manifestantes.

Lo cierto es que después de haber tolerado las protestas, las autoridades vietnamitas perdieron su control, lo que redundó en la quema de empresas chinas o sospechadas de serlo.

Desde el martes, unas 500 personas fueron arrestadas, entre ellas nacionalistas enardecidos. Algunas fuentes informativas regionales estiman que al menos 20 personas murieron en los ataques.

El pico de violencia contra las empresas chinas "está relacionado directamente con la indulgencia del gobierno vietnamita y su connivencia con una parte de las fuerzas antichinas locales y de los provocadores de disturbios", declaró Hua Chunying, portavoz de la diplomacia china, en rueda de prensa.

El punto de discordia se encuentra en la soberanía sobre las islas Paracelso y Spratlys en el Mar de China Meridional, reivindicado casi en su totalidad por Pekín y que preocupa también a otros países de la región, sobre todo a Filipinas.

La tensión aumentó a principios de este mes, después de que Pekín trasladara una plataforma petrolera a aguas reivindicadas por Hanói, en una acción que Vietnam denunció como "ilegal".
 

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