Los afganos desafían a los talibanes acudiendo a las urnas
Unos 15 millones de electores fueron convocados a las urnas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Afganistán. A pesar de las amenazas de los talibanes de impedir que estos comicios se desarrollen con normalidad, la jornada se realizó en relativa calma y las primera estimaciones fijan la participación en un 58 %.
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En Kabul, la capital, las fuerzas de seguridad - en total 190 mil policías y militares - resguardaron cada barrio para evitar los ataques anunciados por los talibanes e incluso muchos centros permanecieron abiertos más tarde de lo previsto debido a la gran afluencia de votantes.
En el resto del país, en cambio, se registraron varios atentados y las amenazas de los insurgentes obligaron a las autoridades a cerrar más temprano unos 200 locales de votación.
En las primeras horas de la jornada electoral una bomba estalló en un centro de votación en la provincia de Logar, al sur de Kabul, matando a una persona e hiriendo a otras dos.
Pero los indicentes no tuvieron comparación alguna con los que se registraron en las elecciones de 2009, cuando los talibanes perpetraron numerosos atentados desde la mañana, provocando que la gente prefiriera quedarse en casa.
Ocho candidatos aspiran a suceder a Hamid Karzai, el único presidente que ha estado en el poder desde la caída del régimen talibán en el 2001, y al que la Constitución prohíbe presentarse a un tercer mandato.
Los resultados preliminares de esta primera vuelta se conocerán el 24 de abril y una eventual segunda vuelta está prevista el 28 de mayo.
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