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Afganistán

Las urnas, ¿una esperanza para las mujeres afganas?

Tres años después de la caída del régimen talibán (1996-2001), las afganas podrán votar más que nunca por ellas. Nunca antes en Afganistán habían sido tantas las mujeres que se presentarán como candidatas a unos comicios electorales. Un total de 300 son candidatas este sábado.

La candidata a la vicepresidencia Habiba Sarabi (centro) camina entre sus simpatizantes, el 26 de marzo de 2014.
La candidata a la vicepresidencia Habiba Sarabi (centro) camina entre sus simpatizantes, el 26 de marzo de 2014. ©Reuters.
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Por Elisenda Panadés

Este 5 de abril será también la primera vez en que una mujer se postule a la vicepresidencia del país. Se trata de Habiba Sarabi, médica y ex gobernadora de Bamiya, que acompaña a Zalmai Rassoul, candidato favorito para suceder al actual presidente, Hamid Karzai. Hubiera podido ser también una mujer candidata la presidencia la diputada y activista por los derechos de la mujer Fawzia Koofi, pero fue descalificada a finales de 2013 al no llegar a la edad mínima necesaria para ocupar ese cargo, los 40 años.

Luces y sombras

Ha transcurrido más de una década desde la caída del régimen talibán, en la que los derechos de las mujeres han mejorado en Afganistán, pero no todo lo que cabía esperar y el país sigue siendo uno de los peores en cuanto a igualdad de géneros en el mundo, aunque ella esté reconocida por la Constitución desde 2004. El mes pasado, el embajador de la UE en Kabul, Franz-Michael Mellbin, declaró incluso que Afganistán sigue siendo el peor lugar para ser una mujer.

Es cierto que tras los años de ostracismo talibán (1996-2001) las afganas han podido regresar al trabajo, millones de niñas han sido matriculadas en la escuela y las mujeres se sientan en el Parlamento (donde constituyen el 27% de los escaños). Las afganas están presentes en la burocracia, el poder judicial y las Fuerzas de Seguridad Nacional Afganas (FSNA). En 2009, Afganistán tomó medidas para abordar la violencia de género mediante la adopción de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (EVAW).

Sin embargo, la situación de la mujer en el país asiático sigue siendo una de las más delicadas del mundo, en medio de la inestabilidad política y violencia en la que está sumergido el país. Las cifras son elocuentes. El 88% de las afganas son analfabetas, según un informe de la ONU dado a conocer en 2013, un año en que aumentaron en un 25% en el país los actos violentos contra la mujeres, muchos de extrema crueldad, según reportó la Comisión Independiente para los Derechos Humanos de Afganistán. Muchas de las mujeres con cargos públicos han sido atacadas, e incluso asesinadas. Los insurgentes han atacado escuelas femeninas, y a sus estudiantes y personal, y las maestras y trabajadoras de la salud son reacias a trabajar fuera de centros urbanos relativamente seguros, lo que perjudica el acceso de las mujeres y de las niñas de zonas rurales a la educación y los servicios básicos de salud.


Las mujeres, un “arma política"

Najla Ayubi, una defensora de larga data de los derechos de la mujer, se muestra escéptica sobre el apoyo a las mujeres que emanan de los principales candidatos en las elecciones presidenciales, que comienzan el sábado. Ella cree que es solo retórica, palabras vacías diseñadas para ganar votos así como atraer el encanto de la comunidad internacional.

"Las mujeres está siendo utilizadas como arma política", declaró esta semana al periódico The Guardian. "La cuestión de la mujer está en los programas de todos los hombres poderosos porque son racionales, si ellos nos hablan de las mujeres, no tendrán su apoyo”. Las mujeres “¿serán meros peones en estas elecciones o tienen posibilidades de ganar?” se preguntaba el rotativo británico. La respuesta la tendremos este domingo.
 

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