La Corte Penal internacional ordena a Japón que deje de pescar ballenas
Un juez de La Haya estimó que Tokio lleva a cabo una actividad comercial en el Océano Antártico haciéndola pasar por científica, un argumento defendido por Australia y grupos ecologistas. Japón anuncia que respetará la decisión.
Primera modificación:
¿Es el fin de una farsa? "Japón debe revocar todos los permisos, autorizaciones y licencias concedidos en el marco de ‘el programa de investigación’ Jarpa II y abstenerse de conceder cualquier nuevo permiso en virtud de este programa", estimó este lunes el juez Peter Tomka de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Según el juez, los permisos especiales de captura "no se dan con objetivos de investigación científica", tal como lo afirma Japón, sino con metas “financieras”, sostuvo el juez durante una audiencia en el Palacio de la Paz de La Haya.
La óptica adoptada por el juez le da la razón a Australia, que en 2010 acudió a la corte afirmando que Tokio cazaba ballenas con fines comerciales pretextando una supuesta investigación científica.
Canberra asegura que Japón capturó más de 10.000 ejemplares entre 1987 y 2009.
Por su parte, Tokio alega que sus actividades son de tipo científico, aunque subraya que la caza de ballenas es una tradición ancestral japonesa y no disimula que la carne de los cetáceos capturados luego termina en los mercados del archipiélago.
Tras conocerse la orden judicial, Japón se dijo “profundamente decepcionado”, aunque ratificó que respetaría la orden de la CIJ.
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