Saltar al contenido principal
La Nueva Ruta de la Seda (3)

Vietnam recela del despliegue naval chino en el sudeste asiático

El acuerdo de libre comercio firmado entre China y Vietnam refleja la creciente influencia económica del gigante asiático entre sus vecinos. Esta cooperación, que tiene una trascendencia política mayor, reaviva una histórica desconfianza por los vietnamitas hacia Pekín sobre todo a raíz de su expansión en aguas del Mar de China Meridional.

Cartel a la gloria de la Revolución y el Partido en una calle de Vietnam.
Cartel a la gloria de la Revolución y el Partido en una calle de Vietnam. Foto: Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo.
Anuncios

 

Por Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo
Desde Ho Chi Minh, Vietnam
 
Las cada vez más estrechas relaciones económicas entre China y Vietnam no pueden esconder una Historia reciente de vecindad tortuosa y plagada de incidentes. En el pasado siglo, incluso cuando ambos compartían orilla ideológica, nunca dejaron de ser rivales, cuando no enemigos irreconciliables. Pese a la normalización de las relaciones a nivel oficial, por las calles de Ho Chi Minh y Hanoi detectamos en múltiples conversaciones ese pozo de desconfianza hacia el poderoso vecino.

08:03

Audio del tercer capítulo de La Nueva Ruta de la Seda.

 
La entrada en vigor el pasado 1° de enero del acuerdo de libre comercio entre China y los diez países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), de la que Vietnam es miembro, no ha hecho más que incrementar la percepción de que el gigante asiático es una amenaza potencial para el futuro del país. En algunas naciones surasiáticas como Vietnam preocupa que la competencia china pueda ser devastadora para ellos. Sin embargo, para muchos expertos el acuerdo es de una importancia superlativa sobretodo en términos de influencia china en la región.

“Es una iniciativa muy importante económicamente, pero su trascendencia es política”, apunta Ian Storey, experto del Instituto de Estudios del Sudeste Asiático (ISEAS) de Singapur. Se refiere a que forma parte de la ofensiva con encanto lanzada en clave diplomática por Pekín para mitigar la ansiedad que su ascenso como potencia despierta en la región. Sobre todo teniendo en cuenta la ambiciosa expansión de la Armada china en aguas del Mar de China Meridional.

Por ese mar no sólo transcurren las principales arterias marítimas del comercio mundial sino que cobija además importantes reservas energéticas y pesqueras cuya soberanía, que reclaman distintos países, sigue sin resolverse. En concreto, para Vietnam el contencioso sobre las Islas Spratly es un asunto especialmente delicado en medio del resurgir militar chino. La actual Armada china es de orientación defensiva, pero Pekín no descuida su inminente auge como potencia mundial en todos los órdenes.
“China podría estar construyendo entre cuatro y seis portaaviones, que estarían operativos entre cinco y 15 años, lo que les daría capacidad para ir más allá de las aguas regionales”, apunta Richard Bitzinger, analista militar en la Escuela Rajaratnam de Estudios Internacionales de Singapur. Con uno o dos portaviones el gigante asiático podría cerrar un cordón sanitario alrededor de Taiwán y defender sus posiciones en el Mar de China, pero con más de cuatro su capacidad naval permitiría además alcanzar el Pacífico y el Índico. “Eso sí sería muy significativo”, apunta.

Además, en Hanoi también levanta recelo la coercitiva diplomacia que Pekín impone en el sudeste asiático: desde presiones sobre petroleras extranjeras para que cesen sus operaciones en aguas bajo contencioso a la imposición de prohibiciones de pesca unilaterales, entre otras. Además, la gran base naval de Hainan que China está dotando específicamente para convertirla en la punta de lanza de su estrategia naval, preocupa muy profundamente en la región, apunta Ian Storey. Vietnam reaccionó con la compra a Rusia seis submarinos.

“China tiene que ir con cuidado con la jerarquía que impone, porque los países sudasiáticos se resistirán. Si China se torna agresiva, desandarán lo andado”, vaticina Storey. Ya que los líderes de la Asean manifiestan, estrictamente en privado, sus temores ante el tan cacareado desarrollo pacífico de China, su estrategia respecto al gigante asiático es inequívoca. “Por un lado, se involucran económicamente; por otro, se cubren manteniendo a Estados Unidos implicada en la región. Es por ello que EEUU sigue siendo un jugador muy activo en el sudeste asiático”, remata Storey.

 

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Compartir :
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.