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EEUU y terrorismo

Escepticismo ante el plan de Obama para cerrar Guantánamo

“El centro de Guantánamo no mejora nuestra seguridad nacional. La socava”, dijo el mandatario estadounidense al presentar un plan para trasladar a los 91 prisioneros actuales del centro a otros lugares del país y al extranjero. Su plan topa con un Congreso completamente opuesto a la medida y a un año de dejar el cargo.

Presidente estadounidense Barack Obama durante el anuncio para cerrar Guantánamo.
Presidente estadounidense Barack Obama durante el anuncio para cerrar Guantánamo. REUTERS/Carlos Barria
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El cierre del centro de detención, situado en la costa sureste de Cuba, ocupada por Estados Unidos desde 1903, ha sido uno de los caballos de batalla de Barack Obama desde que llegó a la Casa Blanca. Pero dejando de un lado los discursos, su cierre nunca se ha concretado.

En su momento más álgido, en Guantánamo llegaron a estar recluidos hasta 680 prisioneros sin haber pasado por juicio. Tanto como candidato como presidente, Obama siempre ha señalado que la prisión indefinida sin juicio previo de sospechosos de terrorismo perjudica las alianzas de Washington y sirve de propaganda a los yihadistas.

“Se trata de cerrar un capítulo de nuestra historia”, insiste Obama que espera convencer a sus rivales. Pero el Congreso, opositor, no se lo va a permitir porque se niega a que los prisioneros sean trasladados a suelo estadounidense. “Es ilegal y seguirá siendo ilegal transferir prisioneros terroristas a suelo estadounidense. No vamos a arriesgar nuestra seguridad nacional por una promesa electoral”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan. Y sin el apoyo del Congreso, si Obama no va por la vía del decreto, no conseguirá que el cierre se apruebe.

Guantánamo: emblema de EEUU en la lucha contra el terrorismo

La prisión militar de Guantánamo se abre en enero de 2002 en una base naval ubicada en la costa sureste de Cuba, que Estados Unidos ocupa desde 1903. Los primeros reos llegan tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Los detenidos fueron calificados como "combatientes enemigos" por el gobierno del entonces presidente George W. Bush y privados de sus derechos fundamentales. La administración de Guantánamo cuesta 455 millones de dólares anualmente. Con su cierre y traslado la gestión de los reos reduciría ese monto en 180 millones.

Quedan 91 prisioneros

En total, unos 760 prisioneros han pasado por el centro. El 85% fueron trasladados a otros países. La administración de Obama afirma haber realizado 147 traslados, la mayor parte a países de Medio Oriente y África, aunque seis ex detenidos fueron transferidos a Uruguay. De los 91, 35 serán trasladados a otros países, donde podrían ser liberados bajo ciertas condiciones de seguridad. El resto enfrenta la detención indefinida. Sólo diez tienen cargos criminales.

Destinos posibles para los reos

El Pentágono identificó 13 instalaciones en suelo estadounidense donde podría albergar a los detenidos restantes, pero no detalló cuáles. Entre ellos figuran el Naval Consolidated Brig en Charleston, Carolina del Sur, Fort Leavenworth, en Kansas y el complejo penitenciario federal de Florence, en Colorado.

Prisioneros peligrosos

Guantánamo alberga cinco acusados de planear los atentados del 11 de septiembre de 2001, incluyendo Khalid Sheikh Mohammed, que se autodefine como el artífice de los ataques. Otro de los reclusos es un hombre acusado de planificar el ataque contra el buque de guerra estadounidense USS Cole en 2000. Se trata de Abd al-Rahim al-Nashiri que fue capturado en 2002 y trasladado a Guantánamo en 2006. De ser condenados, los seis enfrentarían la pena de muerte. (AFP)

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