El ataque por el que Juan Manuel Santos pide perdón
Treinta años después de la violenta toma del Palacio de Justicia, el mandatario colombiano cumple este viernes con una medida de reparación ordenada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La corte fallaba así sobre la sangrienta recuperación militar del edificio, un episodio negro en la historia reciente de Colombia, que se saldó con más de cien personas muertas.
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La historia reciente de Colombia ha estado marcada por la paz, la misma que paradójicamente no han parado de buscar infructuosamente, aunque sin éxito, desde hace más de cinco décadas, casi los mismos años en que han estado sumergidos en un sangriento conflicto armado.
Fue precisamente en esa búsqueda en la que estaban enfrascados en 1985 el gobierno de Belisario Betancur y la desaparecida guerrilla Movimiento 19 de Abril, más conocido como el M19. Para forzarle la mano a Betancur, la guerrilla ocupó el Palacio de Justicia entre el 6 y 7 de noviembre de ese año, tomando a decenas de rehenes, unos 300, entre magistrados, empleados y, también, visitantes. La idea era también hacer una suerte de juicio público a Betancur por acuerdos que calificaban de incumplidos.
Inmediatamente después de la toma del Palacio de Justicia, el ejército y la policía colombiana reaccionaron. Se dispuso un gran despliegue de efectivos que anunció que la idea era retomar el edificio y no ponerse a dialogar.
De poco sirvieron los llamados a la calma del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía. Los combates comenzaron y se recrudecieron con el paso de las horas.
Una serie de bombas caseras explotaron en el interior del edificio, que terminó en llamas sin que se pudiera rescatar a decenas de víctimas. Más de cien personas murieron, entre ellos 11 magistrados.
Justicia para las víctimas del asalto al Palacio
Más de dos décadas pasaron para que algo de luz se hiciera en este sangriento episodio. Primero, en 2009, cuando después de investigar los hechos la Comisión de la Verdad concluyó que hubo una conexión entre el M-19 y el cartel de Medellín en la toma el Palacio. Los guerrilleros y el grupo delictivo liderado por Pablo Escobar quisieron detener la discusión que se llevaba en ese momento sobre el proceso de extradición.
Segundo, este 2015 el Instituto Médico Legal y la fiscalía colombiana informaron sobre la identificación de tres de los once desaparecidos durante los enfrentamientos.
Pero el hecho más importante fue cuando, en el 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que el accionar de la fuerza pública al recuperar el Palacio de Justicia correspondía a un ‘modus operandi tendiente a la desaparición forzada de personas’.
El organismo regional fue más allá y responsabilizó al Estado colombiano por la desaparición de empleados de la cafetería del edificio, la desaparición y ejecución extrajudicial del magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán, la detención ilegal y tortura de cuatro sospechosos y la falta de esclarecimiento judicial de los hechos.
Por todo aquello ordeno al Estado colombiano a reparar a las víctimas y es justamente por ello que Juan Manuel Santos pide perdón este viernes en un acto público que, según la presidencia, también busca llamar la atención para que hechos como estos no se reproduzcan.
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