Maduro promete armarse con el poder
El presidente venezolano afirmó que, en el caso «hipotético negado» de que la oposición ganara en las elecciones legislativas del 6 de diciembre de este año, «no entregaría la revolución y la revolución pasaría a una nueva etapa».
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Maduro formuló estas declaraciones durante su programa, en una intervención transmitida por el canal oficial de televisión VTV desde la ciudad de Barquisimeto, en el centro del país. Precisó que «si se diera este escenario, negado y transmutado, Venezuela entraría en una de las más turbias y conmovedoras etapas de su vida política y nosotros defenderíamos la revolución, no entregaríamos la revolución».
A continuación aseguró que en en ese caso gobernaría «con el pueblo, siempre con el pueblo, y en unión cívico militar», afirmando que iría en esta dirección costara lo que costara y como fuera : «Quien tenga oídos que entienda, el que tenga ojos que vea clara la historia, la revolución no va a ser entregada jamás».
Anunció además que después de la victoria gubernamental, que da por sentada, propiciará un diálogo nacional.
Ya previamente, el 13 de octubre, el presidente había preparadpo el terreno al hablar de una situación de «emergencia» para la revolución bolivariana, que solo un «antigolpe» contrarrestaría para lograr una «victoria general» en las legislativas.
Asímismo, según él, la oposición busca «apoyo internacional para tratar de hacerle daño a Venezuela». Estimó que su partido debía ganar esas elecciones a como diera lugar en razón de que «el futuro está en juego».
Maduro en la ONU
Desde la tribuna de las Naciones Unidas en Nueva York, donde se expresaba por primera vez, el mandatario advirtió que su gobierno no toleraría actos de violencia en torno a las elecciones parlamentarias de diciembre : «Pido al mundo que esté atento a todo intento de perturbación violenta de la vida política venezolana».
El presidente venezolano resaltó en su discurso que el sistema electoral permite a todos manifestar sus preferencias políticas en una «total transparencia». Añadió que en esa ocasión el país « va a demostrar su caracter democrático y pacífico ».
Las mencionadas elecciones se realizarán en un clima político tenso, acentuado por una grave crisis económica y por la condena del líder de la oposición Leopoldo López a casi catorce años de prisión.
Arremetida contra Estados Unidos
Varios días antes de viajar a Nueva York, Nicolás Maduro declaró que el general estadounidense John Kelly, jefe del comando Sur de Estados Unidos, debería dejar de «conspirar» contra Venezuela y «orar» por la paz : «La tragedia esa que le da en la noche, que le da por pensar en Venezuela, por orar, más bien le digo, ore por usted, por el pueblo de Estados Unidos, ore por la paz y deje de conspirar y de meterse en asuntos que solo son de interés de los venezolanos », afirmó Maduro, en un acto con trabajadores de la compañía nacional Petróleos de Venezuela (PDVSA), en el estado Zulia.
De esta manera respondía a las declaraciones recientes de Kelly en CNN en las que afirmaba que reza por el pueblo venezolano porque «está sufriendo terriblemente» y porque su economía está «literalmente a punto de implosión».
Maduro difundió luego en su programa un video de la entrevista a Kelly. Y consideró que semejantes afirmaciones son «signos alarmantes de desesperación de la derecha» ante la inminente victoria de su partido en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
Kelly señalaba además que en caso de crisis humanitaria en Venezuela, Estados Unidos podría aportar su ayuda al país si un organismo internacional como la ONU lo solicitara. Para Maduro, al expresarse así, el general Kelly «habla como un líder político de un imperio que se cree dueño de nosotros, esto no es improvisado ... son líneas maestras». Concluyó exhortando a Estados Unidos a no inmiscuirse «en los asuntos de Venezuela».
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