El Papa se reúne en Filadelfia con una iglesia estadounidense en plena mutación
El papa Francisco tiene cita este sábado en Filadelfia para una cumbre mundial de la Familia. En esta oportunidad, le tomará el pulso a una iglesia católica norteamericana en pleno cambio. El instituto Pew Research acaba de publicar un estudio exhaustivo que demuestra que aunque el número de creyentes ha retrocedido, los católicos siguen representando el 20% de la población y se nutren de la llegada de los migrantes latinoamericanos.
Primera modificación:
Por la enviada especial de RFI a Filadelfia, Anne-Marie Capomaccio
El 90% de los católicos estadounidenses estiman que una familia es el casamiento entre un hombre y una mujer que crían niños. Pero, más allá de la estadística, el estudio del instituto Pew Research muestra que los fieles son mayoritariamente tolerantes.
Comprenden el divorcio, estiman que no hay nada malo en criar solo a un hijo, admiten la cohabitación antes del casamiento y las parejas homosexuales. Y se identifican con las palabras del papa Francisco, que mantienen las posiciones tradicionales de la iglesia, pero se niega a juzgar.
Es por esta razón que Dylan, de 20 años de edad, regresó a la Iglesia. Este joven homosexual está en Filadelfia para escuchar al Papa. “Francisco es distinto, me hizo volver a la Iglesias, porque pienso como él, estoy en un ambiente más tolerante. Y me gusta su manera de dirigirnos”, asegura.
En cuanto a la contracepción o el aborto, los católicos se muestran divididos, como sobre el lugar de la mujer en la Iglesia. Pero han venido de todos los rincones de Estados Unidos, llenos de esperanza, para escuchar la palabra de Francisco.
Una Iglesia en busca de un nuevo impulso
La iglesia católica estadounidense reivindica 68 millones de fieles, y si antes eran descendientes de colonos irlandeses o de inmigrantes italianos, los nuevos son latinoamericanos
De este modo, los católicos ya no viven sólo en la costa este de EEUU, sino que colman las iglesias de Texas y de California. Fue la llegada de estos migrantes -un tercio de los católicos de hoy en día- que revirtieron la caída del número de parroquianos. Y el Vaticano lo sabe: de las 18 intervenciones públicas, el papa se ha expresado en cuatro oportunidades en inglés, y para el resto, lo ha hecho en español, su lengua materna.
El problema de la Iglesia es la desafección de los jóvenes, que cada vez se reconocen menos en una religión que relega a los divorciados y a los homosexuales, y es considerada como una institución que no vive con su época. Pero el papa Francisco ha cambiado las cosas, y su rechazo a juzgar al otro ha encontrado un eco positivo en Estados Unidos. Si sumamos la opinión de todas las religiones, el 64% aprecia las posturas de Francisco.
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