Bolivia, una nueva jornada de violentas protestas sin acuerdo
Fuertes manifestaciones de los mineros de Potosí en La Paz dejan daños materiales en edificios gubernamentales y diplomáticos. Los manifestantes exigen la presencia de Evo Morales en la mesa de conversación y nuevamente cancelaron los diálogos. Mientras tanto, Potosí sigue sitiada y con escasez de alimentos.
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Por Juan Camilo Chaves Rodríguez
Las protestas se recrudecen en La Paz. El paro de los mineros del departamento de Potosí llegó a su décimo séptima jornada, en medio de arduas manifestaciones, que terminaron en severos daños materiales en el Ministerio de Gobierno y la Embajada de Alemania.
“El gobierno no va a cerrar las puertas del diálogo”, dijo el vicepresidente de Bolivia Álvaro García, tras la suspensión de las conversaciones, sin acuerdo, por parte del Comité Cívico Potosinista (Comcipo). A la salida de esta reunión, el líder de las protestas, Jhonny Lally, recalcó que “no hay condiciones”, refiriéndose al hecho de que ellos exigen hablar con el Presidente Evo Morales y no con su gabinete de ministros.
Al enterarse del nuevo fracaso de las negociaciones, decenas de manifestantes ingresaron al jardín del Ministerio de Gobierno y atacaron su fachada con palos, piedras y fulminantes de dinamita. Fortuitamente, uno de estos fulminantes alcanzó la contigua Embajada de Alemania y generó el incendio de un árbol y daños a la fachada.
Centenares de policías antimotines actuaron de inmediato, utilizando gases lacrimógenos para dispersar las protestas. Los enfrentamientos dejaron daños en los barrios residenciales Sapochachi y El Prado y un total de 40 detenidos. Gary Omonte, jefe local de la policía, dijo que los capturados “habrían cometido los delitos de uso y portación de los artefactos explosivos”.
El Comcipo exige que el gobierno construya un aeropuerto internacional, una hidroeléctrica y fábricas de vidrio, cemento y cal, entre otras 26 peticiones, que ayudarán, según ellos, a recuperar la antigua bonanza minera del departamento de Potosí.
Mientras tanto, la ciudad de Potosí sigue bloqueada, en medio de una escasez de alimentos y de dinero en los cajeros automáticos.
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