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Bolivia

Los mineros de Potosí se manifiestan en La Paz

La decisión es clara: los manifestantes solo negociarán con Evo Morales. De esta forma, el gobierno boliviano y los mineros que reclaman mayor inversión en infraestructura para Potosí no llegan a un acuerdo. El paro sigue mientras el gobierno Boliviano acusa a ‘algunos chilenos’ de apoyar las protestas.

Mineros de Potosí durante una vigilia en La Paz, 20 de julio de 2015.
Mineros de Potosí durante una vigilia en La Paz, 20 de julio de 2015. REUTERS/David Mercado
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Por Juan Camilo Chaves Rodríguez

“¡No tenemos miedo carajo, no tenemos miedo carajo!”. Esa fue una de las consignas de los más de 2.000 manifestantes que llegaron el pasado lunes 20 de julio a la capital boliviana para apoyar las protestas por el departamento de Potosí.

Tras 16 días de paro, los mineros potosinos mantienen bloqueada su ciudad natal exigiendo una mayor inversión en infraestructura para reactivar la decaída bonanza minera que otrora fuera la insignia de este departamento del suroeste del país. Entre las exigencias se encuentra la construcción de un hospital de tercer nivel, una hidroeléctrica, un aeropuerto internacional y fábricas para la producción de cemento, cal y vidrio.

Las protestas han estado organizadas por el Comité cívico de la ciudad de Potosí (Comcipo) quienes exigen hablar con el presidente Evo Morales y no con otros altos funcionarios del gobierno. “Señor presidente Evo Morales por favor no haga sufrir a lo que es el departamento de Potosí. El departamento de Potosí actualmente no tiene comida, está de hambre. Pero la culpa no es de los cívicos que están acá en La Paz buscando las reivindicaciones. Aquí el único culpable directo es el presidente Evo Morales. ¿Cuál es el miedo de poder dialogar? No tiene la capacidad de poder dialogar…”, dijo para Reuters, Miltón Borrero uno de los organizadores de la marcha.

En respuesta a la octava negativa de los potosinos para iniciar conversaciones con el gobierno, el ministro de la presidencia boliviana, Carlos Romero aseguró que las protestas no son regionales sino políticas: “obviamente hay intereses, hay manipulaciones, hay financiamientos hay un juego político que posiblemente puede tener inclusive participación externa”.

Estas declaraciones de Romero se suman a las del presidente Evo Morales quien aseguró que él entendía que tras las protestas “están algunos chilenos usándolas para confundir uno de los mejores momentos de Bolivia tras la visita del Papa”. Declaración que no cayó bien en Chile y que fue calificada de “surrealista” por el canciller Heraldo Muñoz.

Por lo pronto Potosí y sus 200.000 habitantes siguen bloqueados, sin poder transportarse y la comida cada vez es más escasa. Las únicas personas que han podido dejar la ciudad fue un grupo de cerca de 100 turistas argentinos, franceses y británicos que llevaban más de una semana esperando poder salir de la ciudad.
 

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