De "La Tuta" a Murillo Karam, un día agitado para el gobierno de Peña Nieto

En la madrugada de este pasado viernes, las fuerzas federales de México capturan al delincuente más buscado del país, Servando Gómez, alias La Tuta”. El último líder del sanguinario cártel Los Caballeros Templarios. Horas más tarde, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto decide relevar de su cargo al fiscal general Jesús Murillo Karam, en medio de fuertes críticas por su investigación de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Una jornada agridulce para el gobierno mexicano.

Servando Gómez, alias La Tuta. AFP PHOTO/SSP

"La Tuta", el capo de Los Caballeros Templarios que sembró el terror en Michoacán, fue capturado en Morelia, a unos 300 kilómetros Ciuda de México a primeras horas de la mañana.  Logró esconderse en cuevas de la zona montañosa de Michoacán burlando a las autoridades muchas veces con la ayuda de las autodefensas. Estas milicias formadas en 2013 por pobladores hartos de extorsiones, secuestros y asesinatos que perpetraban los Templarios bajo la protección de las autoridades locales.

El narcotraficante, que exportó hierro ilegal a China, es un ex maestro de 49 años por el que el gobierno ofrecía una recompensa de dos millones de dólares. Fue trasladado hasta la capital mexicana  donde apareció esposado.

Victoria para el gobierno de Peña Nieto

Se trata de una victoria para el gobierno mexicano, que el presidente Enrique Peña Nieto, no tardó en celebrar en un acto público. “Gracias por la aprehensión de la Tuta”, exclamó.

Su ministro de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, subrayó por su parte que “la detención del criminal más buscado de todo México es el objetivo más importante en el combate contra el crimen organizado”.

“En términos de simbolismo, su captura es muy importante porque es el rostro de la impunidad cínica de Michoacán. Pero en términos prácticos no debería mover mayormente el escenario criminal”, dijo a la AFP el ex agente de inteligencia Alejandro Hope.

Logro indispensable

Este logro de las autoridades mexicanas se suma a la captura reciente de otros importantes capos, como Joaquín “El Chapo” Guzmán, del cártel de Sinaloa.

Un logro indispensable en momentos en que el gobierno atraviesa un fuerte cuestionamiento nacional e internacional por la desaparición y presunto masacre en septiembre de 43 estudiantes en Guerrero. Un convulso estado vecino de Michoacán.

Justamente este caso  fue igualmente titular este viernes en México ya que pocas horas después de la captura de “la Tuta”, el mandatario mexicano relevaba de su cargo a Jesús Murillo Karam. El hasta hace pocos días fiscal general es una figura protagónica del caso Ayotzinapa, ya que a él le correspondía responder de los avances de la investigación.

De "justiciero" a ministro de Desarrollo agrario

Fue nombrado con bombos y platillos nuevo secretario (ministro) de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Un campo que lo aleja de la lucha contra el crimen.

Será remplazado por la senadora oficialista, Arely Gómez, en cuanto el Congreso apruebe su candidatura.

Es el primer gran cambio de fichas entre los hombres de confianza de Peña Nieto desde que asumió el poder en diciembre de 2012. Si bien el relevo de Murillo Karam era de esperarse puesto que la fiscalía que dirigía será pronto reformada, a varios observadores no les cabe duda que este cambio fue provocado por el caso de los normalistas de Guerrero.

“La investigación sobre el asesinato de los 43 normalistas en Iguala hace cinco meses no podrá cerrarse debido a las dificultades para identificar los restos”, aseguró Jesús Murillo Karam, pero aclaró que ello no impedirá el procesamiento de los culpables mientras asumía sus nuevos cargos.

"Su relevo busca la forma de esquivar la responsabilidad"

En todo caso, las familias de los 43, que siguen rechazando las conclusiones de la investigación oficial, afirman que estos cambios en el gabinete están directamente vinculados a este caso.

Murillo Karam, “como procurador, nunca hizo lo que le correspondía “, dijo el vocero de los familiares de los desaparecidos. “Su relevo busca la forma de esquivar la responsabilidad para que así la persona que llegue a su lugar diga que acaba de llegar y necesita saber más sobre la investigación”, añadió.