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GUATEMALA

90 años de cárcel para el exjefe policial por la masacre de la embajada española

37 personas, en su mayoría indígenas y campesinos, murieron quemadas el 31 de enero de 1980 en la embajada de España en Guatemala. El condenado, Pedro García Arredondo dirigía un comando de la extinta Policía Nacional. Al concluir el fallo, unos 200 asistentes que llegaron a la audiencia le gritaron "asesino"

Pedro García, exjefe del comando de policía, condenado. Este 19 de enero durante la lectura del fallo
Pedro García, exjefe del comando de policía, condenado. Este 19 de enero durante la lectura del fallo Reuters
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Han pasado 35 años desde aquel 31 de enero de 1980 para que, Pedro García, el por entonces jefe del comando de policía que entró a fuego para desalojar la embajada de España, haya sido encontrado culpable por los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa y delitos de lesa humanidad y sentenciado a 90 años. La quema de la sede diplomática dejó 37 muertos, en su mayoría indígenas y campesinos carbonizados que habían tomado la embajada para denunciar la represión en sus comunidades por parte del ejército en el marco del conflicto armado que asoló al país, ante el poco eco que sus protestas obtenían de los medios de comunicación. Para su desalojo, el comando del exjefe policial quemó el local.

De acuerdo con algunos de los testimonios escuchados en el juicio fue el presidente Romeo Lucas quien dio orden de reprimir sin contemplaciones a los ocupantes. Entre las víctimas, Vicente Menchú, padre de la Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, y exfuncionarios guatemaltecos que en aquel momento se entrevistaban con el embajador, Máximo Cajal , que antes de morir el año pasado dejó grabado su testimonio.

El otro sobreviviente fue un campesino, Gregorio Yujá que fue secuestrado del hospital donde era atendido de las quemaduras para ser torturado hasta la muerte. De los grandes represores de la época más sanguinaria de Guatemala, sólo el exjefe policial Pedro García ha sido juzgado y condenado y de sus superiores inmediatos, sólo vive aún Donaldo Álvarez, ministro de Gobernación por entonces y prófugo de la justicia internacional. Murieron impunes el resto.

Además, a Pedro García se le impuso una condena de 25 años por cada uno de los dos estudiantes asesinados "en curso real" cuando participaban en el funeral el 2 de febrero de aquel mismo año, apenas 2 días después de los hechos sucedidos en la embajada española. Sin embargo, la pena señala que García sólo tendrña que cumplir una pena de 30 años porque era la máxima cuando sucedieron los asesinatos.

(Con AFP)

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